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Adivinanzas para niños

Más adivinanzas con respuesta

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Aquí tienes más adivinanzas para niños:

Para ser más elegante no usa guante ni chaqué, solo cambia en un instante por una "efe" la "ge".
El roer es mi trabajo,
el queso mi aperitivo
y el gato ha sido siempre
mi más temido enemigo.
Salta y salta, y la colita le falta.
¿Cuál es el animal que come con las patas?
Vuelo de noche, duermo de día y nunca verás plumas en ala mía.
¿Cuál es el animal que camina con las patas en la cabeza?
Cuando nada en los ríos parece
un tronco flotante,
pero si muestra sus dientes
todos huyen al instante.
Mis patas largas, mi pico largo,
hago mi casa en el campanario.
Hablo y no pienso, lloro y no siento,
río sin razón y miento sin intención.
Viste de chaleco blanco, y también de negro frac, es un ave que no vuela,
pero nada.
¿Qué será?
Este es un animal,
de tal modo original,
que al ponerse cara arriba,
ya no se llama igual.
Tengo ocho patas cargadas de ventosas y paseo por las rocas meciéndome en las olas. ¿Quién soy?
Si hay una carrera en el mar,
¿quién es el último en llegar?
Alas de mil colores y se pierden entre las flores.
Adivina, adivinador,
por las mañanas
soy un gran cantor.
Zumba que te zumba,
van y vienen sin descanso,
de flor en flor trajinando
y nuestra vida endulzando.
¡Cuántas manos le dio el mar
a este extraño pasajero,
que le quieren contratar
para que juegue de arquero!
Iba una vaca de "lao",
luego resultó "pescao".
Aunque no soy florista,
trabajo con flores
y el hombre disfruta
el fruto de mis labores.
¿Quién es este que se arrima
trayendo su casa arriba?
Adivina quién soy yo:
al ir parece que vengo
y al venir es que me voy.
Desde hace miles de años,
hemos transportado al hombre;
ahora nos lleva escondidos
en el motor de su coche.
Sal al campo por las noches,
si me quieres conocer,
soy señor de grandes ojos,
cara seria y gran saber.
Es la reina de los mares,
su dentadura es muy buena,
y por no ir nunca vacía,
siempre dicen que va llena.
No lo parezco y soy pez,
y mi forma la refleja
una pieza de ajedrez.
Sobre la vaca, la «o»,
a que no lo aciertas, no.
¿Quién en las ramas mora
y allí esconde
todo lo que roba?
¿Cuál es el animal que tiene silla y no se puede sentar?
De celda en celda voy
pero presa no estoy.
En alto vive,
en alto mora,
en alto teje,
la tejedora.
Dicen que la tía Cuca, se arrastra con mala racha.
¿Quién será esa muchacha?
Orejas largas, rabo cortito. Corro y salto muy ligerito.
Soy un señor muy elegante y excelente nadador, y puedo
hacer con mi cuello signos de interrogación.
Anido en las torres,
largo cuello tengo
y todos los años
por San Blas vengo.
Mi casa llevo a cuestas,
tras de mí dejo un sendero,
soy lento de movimientos,
y no le gusto al jardinero.
Con nombre de perro
empieza este curioso animal,
que aunque nunca compra nada
siempre con la bolsa va.
Dos pinzas tengo,
hacia atrás camino,
de mar o de río,
en el agua vivo.
Teje con maña, caza con saña.
La jaula es su casa, su ropaje amarillo, y con su canto, alegra a todos los vecinos.
Mamífero rumiante
de cuello alargado,
por el desierto, errante,
siempre anda jorobado.
No es cama, ni es león y desaparece en cualquier rincón.
Donde nadie sube, trepo, donde nadie anda, trisco, muy poco estoy en el valle, pues lo mío son los riscos.
Lenta dicen que es
porque sólo asoma la cabeza,
las patas y los pies.
Es que el pobre ve tan poco
que tampoco mira ya,
topa que topa que topa,
con la topa lo hallarás.
Salta y salta por los montes,
usa las patas de atrás,
su nombre ya te lo he dicho,
fíjate y lo verás.
Soy un animal pequeño,
piensa mi nombre un rato,
porque agregando una «n»
tendrás mi nombre en el acto.
Con cuello largo y finito
se pasea muy feliz,
sólo si fueras mosquito
le verías la nariz.
¿Cuál es el animal que es dos veces animal?
Garra pero no mata,
pata pero no de vaca.
Canta cuando amanece y vuelve a cantar cuando el día desaparece.
Todo lo lleva delante,
los colmillos para la lucha
y la trompa para la ducha.
Te doy leche y mi lana,
y para hablar digo: «beeeee»,
si no adivinas mi nombre
yo nunca te lo diré.
Buscando bambú
por la China anda,
aunque está muy solo,
siempre va en panda.
Las cinco vocales en su nombre lleva,
y no siendo ave por la noche vuela.
Un solo portero, un solo inquilino, tu casa redonda la llevas contigo.
Si preguntas mi nombre, mi inicial está en guante y mi segunda letra, anda siempre ambulante.
La tercera y la cuarta,
se hallarán en total.
Soy el más listo y guapo…
pero el menos cordial.
De frente miro al sol
sin que me ciegue,
más alto vuelo que ave alguna,
símbolo soy de imperios y reyes
y dos cabezas a veces me dibujan.
¿Quién soy?
Detrás de mi corre el perro,
voy detrás de los ratones,
me gusta comer pescado,
y acostarme en los sillones.
¿Quién soy?
Su padre relincha con pésima voz,
su madre rebuzna y suelta una coz.
Con su trompa preparada
pasa a tu lado zumbando,
se posa en tu piel desnuda
y tu sangre va chupando.
Chiquitín y danzarín, pasa las noches rondando con lanza y con cornetín.
Soy pequeño y alargado,
en dos conchas colocado,
como no puedo nadar,
me pego a las rocas del mar.
Volando en el aire,
y besando las flores,
se pasa su vida,
de luz y colores.
Si te pregunto cómo se llama este gran bicho, ya te lo he dicho.
Tiene lamparitas de luz verde y cuando es de noche, las enciende.
Soy amiga de la luna,
soy enemiga del sol;
si viene la luz del día,
alzo mi luz y me voy.
Tengo alas y pico,
y hablo y hablo,
sin saber lo que digo.
Verde como el campo,
campo no es,
habla como el hombre,
hombre no es.
De tierra morena vengo,
estirando y encogiendo,
sujeténme las gallinas,
que a los perros no les temo.
Prima hermana del conejo,
aunque de lomo más alto,
domina bien la carrera y el salto.
Mi nombre lo leo,
mi apellido es pardo,
quién no lo adivine,
es un poco tardo.
Si me escribes como es
soy de la selva el rey
si me escribes al revés
yo seré Papá Noel.
De verde esmeralda sobre la tapiada,
rabo rabilargo, pata estirada,
corre que te corre, mocita salada.
De negro y en procesión,
adivina quiénes son.
Mil damas en un camino
sin polvo ni remolino.
Cargadas van,
cargadas vienen,
y en el camino no se detienen.
De China vengo,
en Murcia vivo,
como morera,
seda fabrico.
Aunque no soy pajarillo canto sin ninguna pena y cuando en plural me usan represento la condena.
Viajeras somos
de negros vestidos,
debajo de las tejas
hacemos los nidos.
Con la primavera,
llega la viajera.
Su nido es de barro
y su cola, de tijera.
Con su risa mañanera
toda la playa alborota,
pescadora y marinera.
As no soy,
as no fui,
as no seré hasta el fin.
Soy un animal muy elegante,
muy veloz y poco fiero;
y cuando quiero calzarme
voy a casa del herrero.
Antes huevecito,
después capullito,
más tarde volaré como un pajarito.
Buen nadador sin ser pez,
tiene plumas y tiene pico,
cuello largo, patas cortas,
¡adivínalo! te digo.
Mi cuerpo lleno de púas
asusta a mis enemigos,
y si alguno me amenaza
me convierto en un ovillo.
Soy animal con oficio,
pico el árbol sin parar,
si tú conoces quién soy,
debes decírmelo ya.
Mala fama a mí me han hecho,
porque el barro es mi elemento.
A algunos de mis hermanos
les meten monedas dentro.
Nadie admira tu cantar,
ni tus patas, ni tu pico.
Todos se quedan prendados
de tu espléndido abanico.
A veces soy mensajera
y símbolo de la paz;
en los parques y jardines
también me podrás encontrar.
De verde esmeralda sobre la tapiada, rabo rabilargo, para estirada,
corre que te corre, mocita salada.
Tengo nombre de animal,
cuando la rueda se pincha,
me tienes que utilizar.
Tengo del rey la cabeza,
calzo espuela pavonada,
llevo barba colorada,
mi sueño temprano empieza
y madrugo a la alborada.
Ave que corre y no vuela,
y cuando se ve en peligro,
pronto esconde la cabeza.
Dicen que soy una necia
porque siempre voy herrada,
pero tú no lo creas
aunque a veces soy domada.
Corre más que un caballo y tiene plumas de un gran gallo.
Cuando habla imita
y en el interior de su boca,
dicen que tiene una pepita.
No es arácnido y araña,
no es señor pero lleva bigote,
no le hace caso a nadie,
aunque le ponga algún mote.
Por más que se suena,
el moco le cuelga.
Menudo siempre yo he sido;
y corro más que ligero,
pues el gato me persigue,
con sus zarpas, traicionero.
De colores muy galano,
soy bruto y no lo parezco,
perpetua prisión padezco,
uso el lenguaje humano,
si bien de razón carezco.
Ojos enormes tengo,
que cierro por el día
y por la noche los abro,
al ejercer mi puntería.
En el mar es donde vivo,
plateado es mi color,
cruzo veloz como el rayo,
adivina quién soy.
Tiene hocico pequeñito,
se pesca en el río,
tiene pintas de colores
y es alimento muy fino.
Morro afilado, gran nadador
y de bañistas, devorador.
Ahora verde, ahora marrón, soy cama,
pero no te acuestes porque también soy león.
Murcia me da medio nombre,
una letra has de cambiar,
y cuando llegues al lago,
mi nombre completarás.
Mi inicial está en ogro,
pero no soy violenta,
la uve de victoria es mi segunda letra,
y soy la mejor amiga
de la gente friolera.
Haga frío, haga calor,
siempre con un edredón.
Puñadito de algodón,
que brinca sin ton ni son.
Un espléndido abanico
que no produce pavor,
sus alas, plumas y pico
son reales, sí señor.
Soy un ser atolondrado,
que se asusta por bien poco;
las cosas que mucho valen,
las comparan con mi moco.
Mi madre me labró una casa,
sin puertas y sin ventanas,
y cuando quiero salir,
rompo antes la muralla.
Si dejas atrás la playa,
ella te mantiene a raya.
¿Cuál es el animal que más tarda en quitarse los zapatos?
Tengo hipo al decir mi nombre, ¿quién soy?
Choco me dice la gente,
late mi corazón.
El que no sepa mi nombre,
es un gran tontorrón.
Blanca por dentro, verde por fuera.
Si quieres que te lo diga, espera.
¿Quieres té?
¡Pues toma té!
¿Sabes ya qué fruto es?
La A, anda.
La B, besa.
La C, reza.
¿Qué fruta es esa?
Redondo como la luna y blanco como la cal. Me hacen de leche…
¡y ya no te digo más!
Aunque no es un hombre,
lleva sombrero
y al cesar la lluvia sale el primero.
Sombrero sobre sombrero
de un arrugado paño.
Si no lo adivinas ya,
no lo harás en todo el año.
Verde fue mi nacimiento
y de luto me vestí;
los palos me atormentaron
y oro fino me volví.
Con tomate y con lechuga,
en el plato suelo estar;
puedo ser algo picante
y a muchos hago llorar.
Vengo de padres cantores, pero yo no soy cantor. Llevo la ropa blanca y amarillo el corazón.
¿Quién soy?
Oro parece y plata no es,
¡y no lo adivinas de aquí a un mes!
En blanco pañal nací,
En verde me transformé,
Y durante el crecimiento,
Amarillo me quedé.
Una señorita va por el mercado
con su cola verde
y su traje morado.
Primero blanca nací,
después verde me quedé,
y cuando dorada torné,
hiciste un jugo de mí.
Tiene ojos y no ve,
tiene agua y no la bebe,
tiene carne y no la come,
tiene barba y no es un hombre.
Soy un viejo arrugadito,
que si me echan al agua,
salgo mucho más gordito.
La mano las rompe, el pie las tritura, la boca las bebe. ¿Qué son?
Tengo capa sobre capa;
si me las quieren quitar
nadie de llorar se escapa.
Tiene escamas pero no es un pez,
tiene corona pero no es un rey.
¿Qué es?
Somos cien hermanitos,
todos muy igualitos
y estamos encerrados
en un globo bonito.
Si la dejamos se pasa;
si la vendemos se pesa;
si se hace vino se pisa;
si la dejamos se posa.
Tengo duro el corazón, pulpa blanca y líquido en mi interior.
Ave y no vuela,
llana y es curva.
Quien no adivine ésta,
no adivinará ninguna.
Amarillo por fuera, amarillo por dentro, y con un corazón en el centro.
Soy verde, amarilla o colorada.
Aunque es famosa mi tarta,
puedes comerme sin estar cocinada.
Agrio es su sabor,
bastante dura su piel,
y si lo quieres tomar,
tendrás que estrujarlo bien.
Aunque repleta de granos,
le da nombre a una ciudad,
y refresca mis veranos,
con jugo de calidad.
Si tú me quieres comer,
me verás marrón peludo,
y no me podrás romper,
porque por fuera soy duro.
Son de color chocolate,
se ablandan con el calor,
y si se meten al horno,
explotan con gran furor.
Somos jugosas y sanas al natural por las mañanas.
En tarta, nos cortan planas;
como postre, ¡qué ganas!
Ave me llaman a veces y es llana mi condición.
Agua pasa por mi casa,
cate por mi corazón.
El que no lo adivinara,
será un poco cabezón.
En verdes ramas nací,
en molino me estrujaron,
en un pozo me metí,
y del pozo me sacaron
a la cocina a freír.
Blanquilla es mi nombre y endulzo la vida al hombre.
Soy ave y soy llana,
pero no tengo pico ni alas.
Con el dinero lo compro,
con los dedos lo deslío,
por la cara me lo como.
Me abrigo con paños blancos
luzco blanca cabellera
y por causa mía llora,
hasta la misma cocinera.
Col es parte de mi nombre, mi apellido es floral, más si lo quieres saber a la huerta has de marchar.
Somos blancos, larguiruchos,
nos fríen en las verbenas,
dorados y calentitos,
nos comen nenes y nenas.
Vive bajo tierra,
muere en la sartén,
sus diez camisitas,
llorando se ven.
Col, col, colera;
flor, flor, florera:
si estamos juntas,
¿Qué planta apuntas?
Dentro de una vaina voy y ni espada ni sable soy.
Blanca soy y como dice mi vecina,
útil siempre soy en la cocina.
Fríos, muy fríos estamos y con nuestros sabores a los niños animamos.
Una cajita chiquita,
blanca como la cal:
todos la saben abrir,
nadie la sabe cerrar.
Lentes chiquitas,
jóvenes o viejas,
si quieres nos tomas
y si no, nos dejas.
Con el pelo rojo,
la cara amarilla y llena de granos,
soy rico alimento si estoy cocinado.
Cuanto más caliente,
más fresco y crujiente.
Una vieja arrugadita, que de joven daba vino y ahora es una frutita.
Soy blanco, soy tinto,
de color todo lo pinto,
estoy en la buena mesa
y me subo a la cabeza.
Me hacen de leche de ovejas y cabras que pacen.
En el agua se hace y en ella se deshace.
Un palito muy derechito y en su cabeza un sombrerito.
Se hace con leche de vaca, de oveja y de cabra y sabe a beso ¿Qué es eso?
Blanquita soy,
hija del mar,
y en tu bautizo
tuve que estar.
No toma té, ni toma café, y está colorado, dime ¿quién es?
Verde nací,
amarillo me cortaron,
en el molino me molieron
y blanco me amasaron.
Después de haberme molido,
agua hirviendo echan en mí.
La gente me bebe mucho
cuando no quiere dormir.
Aunque me corten y corten
nunca me verás sangrar,
porque me han curado al frío
y metido en mucha sal.
¿Qué se corta sin tijeras y aunque a veces sube y sube nunca usa la escalera?
Para mí el dulce sabor de la cosa que te digo.
Para ti también será si aciertas este acertijo.
En un cuartito caliente
hay bailando mucha gente.
¿Qué alimento será el que llevan en un cesto y dicen que está más fresco cuanto más caliente está?
Te lo digo y te repito
y te lo debo avisar,
que por más que te lo diga
no lo vas a adivinar.
En la mejor ocasión,
al lado del mazapán
y a la espera del champán.
Soy una bebida fenomenal
que va a las fiestas para brindar.
Tiene dientes y no come.
Tiene cabeza y no es hombre.
No es un animal, pero pica.
Es roja y también pequeñita.
Una señorita engominada, de sombrero verde y con blusa colorada.
De color naranja,
crezco en la tierra.
A los conejos les gusto,
y para la vista soy buena.
Hilillos como cabellos finitos y rojos son, se echan en la paella y le dan muy buen color.
Pérez anda,
Gil Camina,
eres un burro
si no lo adivinas.
En vaina voy contenida
y buenos platos doy a la cocina.
Sin mí no tendrías pan,
ni pasteles, ni empanada.
Nazco verde y estoy dorado por los días de San Juan.
Los guisa antes tu madre,
porque son duros,
y se los come tu padre,
sin apuros.
No soy ave,
pero de mis huevos,
se hacen palomitas,
para los niños buenos.
Paso las noches en agua,
para poder engordar,
me cuecen por la mañana y
si soy negro… ¡es fatal!
Si me miras del revés,
me verás como animal,
mas si tú al derecho me miras,
yo seré un vegetal.
Aunque tengo cuatro patas,
yo nunca puedo correr,
tengo la comida encima,
y no la puedo comer.
De nada me sirven estas cuatro patas,
que quieta estoy siempre,
y sobre mí, el durmiente.
Soy bonito por delante, algo feo por detrás, me transformo a cada instante, ya que imito a los demás.
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
Me compran para dormir y me encanta sacudir. ¿Qué soy?
En un cuarto me arrinconan
sin acordarse de mí,
pero pronto van a buscarme
cuando tienen que subir.
¿Qué cosa es si hace espuma, lava la ropa y huele muy bien?
Cuerpo de palo, cabeza de color,
me encienden con cuidado
y doy mucho calor.
Tiene agua y no es botijo,
está siempre en el jardín.
Cada vez que se enrosca,
aunque no espanta a una mosca
tiene pinta de reptil.
Un animalito con cuatro dientes, que nos trae comida muy diligente.
Cuatro patas tiene y no puede andar,
también cabecera sin saber hablar.
Adivíname ésa.
Con patas y espalda,
no se mueve ni anda.
Aunque de comida voy cargado,
la gente me vacía,
y nunca soy tragado.
En el campo nací vestida de verdes ramas.
Al pueblo me trajeron para servir a las damas.
A mí, todo me regalan: miel, moras, habas...
Mas todo lo regalo porque no como nada.
Si soy joven, joven quedo.
Si soy viejo, viejo quedo.
Tengo boca y no te hablo,
Tengo ojos y no te veo.
¿Quién soy?
Sube llena, baja vacía,
y si no se da prisa,
la sopa se enfría.
¿Quién será la desvelada,
lo puedes tú discurrir?
día y noche está acostada
y no se puede dormir.
Pino sobre pino,
sobre pino, lino,
sobre lino, flores
y alrededor amores.
Una señorita blanda que, sin ser enferma, siempre está en cama.
Todos me buscan para descansar,
si ya te lo he dicho,
no lo pienses más.
En la mesa me ponen
y sobre mí todos comen.
Aunque al dormir, me consultan; nunca tiendo a contestar.
¿Quién es aquella que cuanto más se moja, más te seca?
Tengo dientes y no muerdo,
desenredo con cuidado,
caminos abro en tu pelo
ya sea liso o muy rizado.
Soy liso, llano y no tengo voz;
pero digo a la cara cualquier imperfección.
Contesto al que pregunta sin contemplación y,
si mala cara pone, la misma le pongo yo.
La cara que yo acaricio,
pongo de seda al momento.
Ni un pelo se me resiste,
soy un buen invento.
Si me mojas hago espuma,
con ojitos de cristal,
y tu cuerpo se perfuma,
mientras llega mi final.
Te lo digo y no me entiendes,
no tengo boca y sí tengo dientes.
En los baños suelo estar,
aunque provengo del mar.
Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta.
Dicen que quien lo tiene
es muy gracioso,
se sacude en la mesa contra lo soso.
Soy pequeña y afilada y pincho con mis puntadas.
Vivo en alta situación
y en continuo movimiento,
con exactitud presento
del aire la dirección.
Locomotora no soy,
mucho con vapor doy,
dejo muy alisado,
si me usan con cuidado.
Tengo pie y no tengo boca,
hilo meto, hilo asomo,
tengo dientes y no como.
Vivo dentro de ella y el caracol también. Él la lleva a cuestas y yo nunca podré.
Doy vueltas y no soy tiempo,
un secreto se guardar;
si no me cuidan, me pierdo.
¿Con mi nombre sabrás dar?
Pensando me vuelvo loco,
pensando me quedo enano.
¿Qué relación tengo yo con la suegra de la mujer de mi hermano?
Son hijos de tus abuelos,
de tus padres hermanos son.
Tus hermanos con tus hijos
tendrán esa relación.
Nieto de tu bisabuelo,
padre de tus hermanos,
de tus primos es el tío
y de tus tíos hermano.
Mi abuelo tiene un hijo,
el hijo tiene otro hijo,
y ese otro hijo soy yo.
Busca bien mi parentesco con la persona anterior.
¿Qué parentesco tendrás con la hija de una dama que está con papá casada?
Duerme bien en su cunita a veces es un llorón, pero también sonríe tomando su biberón.
Se parece a mi madre pero es más mayor, tiene otros hijos que mis tíos son.
¿Quién es la hermana de mi hermana que no es mi hermana?
¿Qué clase de parentesco mío es el hijo de la hermana de mi madre?
El hermano del padre del padre de mi sobrino. ¿Qué es mío?
La hermana de mi tía aunque no es tía mía, ¿sabrías decirme qué es mío?
¿Qué parentesco tendrás con la hija de una dama que está con papá casada?
Empieza por «a» y no es ave,
sin ser ave, vuela.
¿Quién será?
De tus tíos es hermana,
es hija de tus abuelos
y quién más a ti te ama.
¡Vaya lío!
¿Qué es mío el hijo de mi tío?
Dos hermanas, mentira no es,
la una es mi tía, la otra no lo es.
El hermano de mi tío no es tío mío, ¿qué es mío?
La hermana de mi tía,
si no fuera tía mía,
no sé cómo le diría,
ni cómo la llamaría.
Nieto de tu bisabuelo,
padre de tus hermanos,
de tus primos es el tío
y de tus tíos hermano.
Cada uno de tres hermanos
tiene una hermana.
¿Cuántos son entre todos?
Antonio se preguntaba,
que si el hijo de Pedro,
era el padre de su hijo,
¿qué era él de Pedro?
Dos hijos y dos padres,
cazan tres conejos,
tocan a uno cada uno,
¿cómo puede ser esto?
Yo tengo 6 hijos,
cada hijo tiene una hermana.
¿Cuántos hijos tengo?
Al contemplar un retrato,
un señor dice:
«Ese es hijo de mis padres
y no es hermano mío.
¿Quién es?
Es un momento muy importante,
cuentas tu edad desde ese instante.
Es el padre de una hija
y esa hija es mi mamá,
y aunque él sigue siendo padre,
de mí no es mi papá.
¿Sabes ya quién es?
Marta y María son hermanas.
Marta tiene dos sobrinas,
que no son sobrinas de María.
¿Cómo puede ser esto?
La persona que más quiero en este mundo es, precisamente, la suegra de la mujer de mi hermano.
¿Quién es esa persona?
Al alguacil, a su hija, al herrero
y a su mujer, les tocó la lotería
y repartieron entre tres.
¿Cómo lo explicaría usted?
El otro día escuché a dos personas la siguiente conversación: «Ten en cuenta que mi madre, es la suegra de tu padre». ¿Qué parentesco une a las dos personas?
El hijo del hermano de mi madre, ¿qué es mío?
La madre de mi madre y la madre de mi padre, ¿qué son de mis hijos?
Si mi madre tiene un hermano, ¿qué parentesco tengo con su hijo?
El padre de mi padre, un viejo muy querido, ¿quién es él para mí?
Me rascan continuamente
de forma muy placentera,
mi voz es muy bien timbrada
y mi cuerpo de madera.
Una vieja con un diente
que llama a toda la gente.
Soy una caja adornada con dos palos para sonar, y en la banda de la escuela, me puedes encontrar. ¿Qué soy?
Zumba que te zumba, se oye mi son,
en las noches navideñas,
hasta que aparece el sol.
Con tan sólo cuatro cuerdas,
que un arco pone en acción,
esta caja melodiosa
te alegrará el corazón.
Marfil y madera fina,
a tocarnos con talento,
el que no sabe, no atina.
Instrumento musical,
jaranero y redondico,
que todos saben tocar
del virtuoso al borrico
y que resulta esencial
si cantas un villancico.
En una larga abertura
tengo yo mi dentadura
y luego que empiezo a hablar,
todas mis piezas se mueven
sin poderlas yo parar.
Tengo un sonido tan suave
que los bardos me reclamaban.
Apoyada en el suelo firme
todas mis cuerdas pulsaban.
Tiene una plancha arrugada
y es un gran soplador,
sentirás que mucho gime
si le tocas un botón.
A pesar de no ser buque
tengo cuerdas y atavíos,
también tengo un regio puente,
pero nunca he visto un río.
Sobre una piel bien tensada,
dos bailarines saltaban.
Brazos con brazos,
panza con panza,
rascando en medio,
surge la danza.
Cien amigos tengo,
todos en una tabla,
si yo no los toco,
ellos no me hablan.
Mis caras redondas,
¡qué estiradas son!
A fuerza de golpes,
así canto yo.
Soy pequeño y de madera,
tengo un arco y no flecha.
Me pones entre hombro y barbilla
y mi música es una maravilla.
Dama con pendiente
que toca deprisa
para que la gente
no pierda la misa.
En manos de alguien hacemos ruido,
sin ser castañas guardamos parecido.
¿Cuál es el instrumento musical hueco que al golpearlo hace eco y a la gente llama desde lejos?
Soy un instrumento musical al que le gustan las cosquillas. Al rascar mi barriga, hago bellas melodías.
En el bosque nací,
en el bosque crecí y,
cuando instrumento fui,
al soplar música oí.
La habrás oído tocar,
piensa, medita, recuerda,
¿qué instrumento musical
no tiene más que una cuerda?
Buenas y sonoras cuerdas tengo;
cuando me rascan,
a la gente entretengo.
Soy bella, soy muy fuerte; cuando hablo todos me oyen y tengo un solo diente que muevo constantemente.
Esta niña está muy loca:
tiene la boca en la barriga
y sus tripas sobre la boca.
Se toca con dos palillos,
sale siempre en la procesión
y es un instrumento de percusión.
Puedo ser alegre o triste,
según quien me toque.
Rasgando mis cuerdas,
puede que no me equivoque.
Entre pared y pared hay una mujer
que con el diente
llama a la gente,
con las muelas a las mozuelas,
con los colmillos a los chiquillos.
¿Cuál es el instrumento musical,
completamente personal,
que podemos escuchar,
pero no ver ni tocar?
La voz me quitaron para caminar
y el príncipe amado me fue a rescatar.
Me pinché con una rueca
y cien años me dormí,
hasta que el beso de un príncipe,
hizo que volviese en mí.
Una madrastra se porta fatal,
una manzana es muy mortal,
un beso amoroso la salvará.
Mi avión es una escoba,
negra y fea me verán,
persigo siempre a las hadas
que al verme se espantarán.
De rojo me cubro sin ser amapola, mi abuela y el lobo completan la historia.
Su madrastra y sus hermanas
no la dejaban salir
pero llegó el hada buena
y al príncipe hizo feliz.
Tres hermanos en su casa,
ven a lobo pasar,
y por mucho que éste sople,
no la consigue tirar.
¿Quién fue aquél genial marino que de pie mantuvo un huevo y descubrió un mundo nuevo por acortar un camino?
Todo cubierto con traje blanco,
cuando aparezco a todos espanto.
¡Qué suerte tiene esta señorita!
Que tiene una varita,
y cuando la agita,
te convierte en princesita.
Una madrastra la odia,
una manzana la mata,
un príncipe muy hermoso
de la muerte la rescata.
Le encanta la oveja, la gamuza
y la niña de la caperuza.
La bruja con su manzana,
me hizo dormir;
el príncipe con su beso,
me hizo revivir.
En los cuentos soy el malo,
porque en vez de un helado,
me comería...
¡Al que tienes al lado!
Lleva la cara pintada,
y unos grandes zapatones;
ríen los chicos y grandes
con sus chistes y canciones.
Era un animal feroz,
hasta pintarlo de rosa;
ahora nos divierte mucho;
lo feroz... ya es otra cosa.
Con un rayo en la frente al peor mago hace frente. Con una escoba y una varita en los colegios le imitan.
Una madrastra que es infernal,
una manzana que es mortal,
con un beso de amor se salvará.
Mucho correr, mucho fregar
y a sus hermanas trajes planchar
pero, al final, ya lo verás,
en el palacio, se casará.
Hombre casi siempre, animal de llena luna. Si el reloj da la una, no le hagas frente.
Perdí mi sombra,
y cuando la encontré,
a Wendy me llevé.
Azul, rosa o cubista;
siempre pintor,
siempre artista.
Por decir muchas mentiras
me creció la nariz;
pero, arrepentido luego,
volví a sentirme feliz.
Con su caballo y con su escudero
sale por la Mancha este caballero.
Quiere justicia, busca aventuras
y encuentra palos y desventuras.
Regordete escudero
a su Señor acompaña.
En mil aventuras se ve envuelto,
por los campos de la Mancha.
Soy un ratón pequeñito,
que de noche te visito,
me llevo tu dientecito,
y te dejo un regalito.
¡Qué sí!
Me crece la nariz al mentir.
¡Ay de mí!
Llevo un parche en el ojo,
una pata de palo
y mi cara es de malo, malo.
Juan Ramón le dio nombre de joyero,
le hizo asno menudo, blanco y ligero.
Vive sin haber vivido
y es de todos conocido.
Mi padre me llevó al bosque
y el camino señalé,
marcándolo con piedrecitas,
para así poder volver.
Alto y flaco caballero, justiciero y soñador, que, a lomos de Rocinante, a molinos se enfrentó creyendo que eran gigantes.
Monta en borrico, es gordo y bajito,
sabe refranes y es listo.
Va con el caballero de la lanza;
adivina , adivinanza.
Gran luchadora, amazona,
e hija de Zeus e Hipólita.
Es la heroína más fuerte
que ha visto la gente.
Dios del trueno, hijo de Odín,
con fuerza sobrehumana
empuña el Mjölnir
con mucha gana.
Roe, roe en la despensa;
roe, roe, roe el pan,
y si tú pierdes un diente,
un tesoro te dará.
Robo a los ricos y se lo doy a los pobres.
A mi amada Mariam siempre le mando flores.
Siempre mirando al sol
y no soy un caracol.
Giro y giro sin fin
y no soy un bailarín.
En la tierra te sembraron,
las aves te desearon,
cuando estuviste dorado
los hombres te segaron.
Cógeme con cuidado,
pues soy muy chiquita.
Cuando me siembras
me transformo en plantita.
Mi nombre es de peregrino
y tengo virtud notable,
me encuentras en los caminos
y mi olor es agradable.
Tul y no es tela.
Pan, pero no de mesa.
Está en el edificio, también en la maceta, la llevas en el pie, la coges en la huerta.
De mi tronco herido sacan la resina.
En las piñas guardo todas mis semillas.
Los dátiles son mi fruto
y palmas doy a lo bruto.
Verde soy, verde seré,
no me toques que te picaré.
Está en la navaja y está en el cuaderno,
se cae del árbol antes del invierno.
Soy una hierba trepadora y altanera
que cubro más una pared
que una pradera.
Su cabeza es amarilla,
siguiendo al sol,
gira y gira,
muchos comen sus pepitas
y dicen que son muy ricas.
Es un árbol muy alto de estrecha copa,
en el cementerio es donde mora.
Ciertamente tiene nombre de calamar espero que no te asombre si por él voy a trepar.
Son nuestras blancas flores
a veces tan tempranas,
que la nieve, envidiosa,
viene a ver si nos gana.
Vive en todas las clases de climas y de él comen piñones mis primas.
Dime tú que cosa maja.
Cuanto más crece más baja.
Giro mi cuerpo ante el sol, por ser mi dueño y señor.
Mis flores son las primeras en todas las primaveras.
Mi semilla está escondida en estuches de madera.
Como cuerda yo amarro,
como cadenas sujeto,
tengo un brazo y muchos dedos,
enterrados por el suelo.
Mi fruto es el dátil,
mi hoja la palma,
que la vemos mucho por Semana Santa.
Entre col y col lechuga,
entre lechuga, una flor,
que al sol siempre está mirando,
dorándose a su calor.
En primavera te deleito,
en verano te refresco,
en otoño te alimento,
y en invierno te caliento.
Palo alto y muy delgado,
con lucida cabellera,
que el viento mece en la playa,
mientas juega con la arena.
Aunque planta verde y débil,
nadie sin temor se arrima,
que es mi roce como el fuego,
que al punto el cuerpo lastima.
¿Cuál es el árbol que tiene las 5 vocales?
Sin aire no sobrevivo
y sin la tierra me muero,
tengo yemas y no soy huevo,
tengo copa y no soy sombrero.
Verde me crié,
rubio me cortaron,
duro me molieron,
blanco me amasaron.
Con cuatro hojitas me has de buscar,
si buena suerte quieres encontrar.
Con mi cara encarnada, mi ojo negro y mi vestido verde, el campo alegro.
Por tu aroma y tu color, para adornarse, te clavan las mujeres en su pelo y los hombres en la solapa.
Alta en altura,
delgada en cintura,
muchos aposentos,
puertas ninguna.
Hay una flor pizpireta, en el fondo del jardín de hermoso color violeta. ¿Su nombre? Ya te lo di.
Me pisas y no me quejo,
me cepillas si me mancho,
y con mi hermano gemelo,
bajo tu cama descanso.
Aunque las adornamos a ellas
cuando no tenemos carreras,
la gente tiene manía
de no llamarnos enteras.
Tengo copa y no soy árbol,
tengo alas y no soy pájaro;
protejo del sol a mi amo,
en invierno y en verano.
Santa con nombre de flor,
y, a pesar de este retrato,
me confunden con zapato.
Por la noche me lo pongo,
por el día me lo quito
y en la siesta, lo uso un poquito.
Destacan en las orejas,
creyéndose independientes,
van casi siempre en parejas.
Con varillas me sostengo
y con la lluvia voy y vengo.
En tus manos estoy limpio,
en tus ventanas me ensucio,
si sucio, me ponen limpio,
si limpio, me ponen sucio.
Para salir a la esquina ponte pan en el talón y camina.
Puedes llevarlo en el pelo
y, a veces, en los zapatos,
se coloca en la cintura,
y en el rabo de los gatos.
Me pones y me quitas,
me tomas y me dejas,
conmigo no tiritas,
y estoy hecho de madejas.
Ahí vienen dos:
uno se moja y el otro no.
Dos hermanos con cordones,
que siempre están en el suelo,
y se dejan en los rincones.
Nuestra dueña
nos coloca uno a cada lado,
siempre pendientes,
siempre colgados.
Tamaño de una cazuela,
tiene alas y no vuela.
Resuélveme este dilema:
«soy una, pero soy media».
De día llenos de carne,
de noche con la boca al aire.
Se pone para dormir,
aunque no es un camisón,
puede ser de lana,
seda o algodón.
Dos buenas piernas tenemos,
y no podemos andar,
pero el hombre sin nosotros,
no se puede presentar.
Tienen justo cinco dedos
como la mano;
se rellenan en invierno,
se vacían en verano.
Dos hermanitos muy igualitos,
llegando a viejecitos,
abren los ojitos.
Una copa redonda y negra,
boca arriba está vacía,
boca abajo está llena.
Mi ser por un punto empieza,
por un punto ha de acabar,
el que mi nombre acierte,
sólo dirá la mitad.
Con dos patas encorvadas,
y dos amplios ventanales,
quitan sol o dan visión,
según sean sus cristales.
Dos guaridas cálidas
con sus escondrijos,
para dos hermanas
y sus quintillizos.
Aunque la quite del agua,
sigue en agua.
Colgada voy por delante,
y al hombre hago elegante.
Una piel que es otra piel,
una mano que no es mano
y el frío se aguanta bien.
Mi padre al cuello la ata,
y poco a poco la aprieta,
hasta llegar a su meta.
No me utilizan los patos,
más me llevan de apellido,
con «Z» empieza mi nombre,
¡y ya el resto es pan comido!
Soy de lana calentita y si me pones del revés, todas las costuras ves.
Si eres muy inteligente,
lo podrás adivinar,
van puestas en mi nariz
y sirven para mirar.
Como una culebra soy muy larga,
me enrosco en el cuello,
doy vueltas y cuelgo.
Si no me adivinas,
pasarás frío en invierno.
Voy rodeando tu cintura,
en más de una ocasión
y si no es por mi ayuda,
se te cae el pantalón.
Yo te protejo del frío
y de los rayos del sol;
no soy gorra ni sombrero,
pero te cubro mejor.
Alrededor de tu cuello,
dos alitas bien plantadas;
no tienen plumas ni vuelan,
ni se mueven para nada.
La llevan todas las niñas
y también los escoceses,
romanos y babilonios
y hasta los mismos cretenses.

Una adivinanza es una pregunta ingeniosa que se presenta como un juego de palabras en un enunciado, por lo general en forma de rima y plantea un componente educativo.

Adivinanzas para niños de Primaria

Muchas adivinanzas infantiles cortas tienen el objetivo de transmitir un concepto como pueden ser las de animales o las de frutas y otros objetos.
Tan sólo tienes que ir pasando entre las que hemos preparado para que lo paséis en grande ¡Empezamos!

En este recopilatorio encontrarás cientos de adivinanzas para niños, desde las populares más fáciles a las que son un poco más difíciles; siempre te facilitaremos la respuesta para que puedas poner a prueba a los más pequeños. También las encontrarás con enfoque educativo que tratan de plantear un juego lógico a los niños. Si lo que te gustan son las historias, echa un vistazo a nuestra biblioteca de cuentos haciendo clic aquí: Cuentos infantiles

Adivinanzas cortas y graciosas

Nuestra oferta educativa se basa en ofrecer material educativo de calidad y gratuito, con el fin de ayudar a padres y profesores en su respectiva labor educativa. Es por esto que pensamos en este tipo de acertijos con respuestas para niños, como una forma divertida de trabajar determinadas competencias.

 

Pero no queríamos limitar nuestro recopilatorio, hemos pensado en buscar otro enfoque a la hora de encontrar una respuesta para esa pregunta que tienes delante y no sabes muy bien resolver ¿Te imaginas un juego que fuera un acertijo en si mismo?

Algo parecido es lo que te proponemos en estos juegos de adivinanzas para niños pequeños, tendrás que encontrar la respuesta mediante pistas que irás encontrando a medida que resuelvas las pantallas.

Para jugar, no necesitas un conocimiento especial en ningún campo en concreto, tan solo servirte de tu intuición y dejar volar tu imaginación para encontrar la respuesta. Por lo general son fáciles para los adultos pero entrañan bastante reto para los peques.

adivinanzas para ninos

Adivinanzas difíciles para niños y fáciles para todas las edades

Las adivinanzas con respuesta suponen un reto para los niños de Primaria, en este recopilatorio encontrarás distintas dificultades y tipos de retos lógicos que pondrán a prueba las habilidades deductivas de los más pequeños.

Las que hemos recopilado son un conjunto de animales, populares, de plantas, de frutas y muchos tipos más.

 

 

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Juegos de adivinanzas a lo largo de la historia

Las de ahora tienen su origen en la estructura y función de acertijos populares tradicionales de hace siglos. No se puede concretar con exactitud cuándo se comenzó a utilizar este tipo de juegos lógicos, pero en gran parte de la literatura antigua de muchas culturas, se encuentran artilugios adivinatorios que retan al lector a resolverlo.

adivinanzas dificiles graciosas

Podemos encontrar algunas en El antiguo testamento, el Libro de Apolonio, Las Mil y una noches; así como cientos de de tradición griega, latina, celta, árabe, maya, germana, india o china… Muchas de ellas han llegado hasta nuestros días y son algunas de las más difíciles que más incitan a encontrar la respuesta a cualquiera que se tope con ella. Quizás por eso las que plantearon los autores clásicos han sobrevivido hasta nuestros días.

Los expertos coinciden en señalar que este tipo de acertijo lingüístico tal y como la conocemos a día de hoy es el resultado de llevar a los acertijos y enigmas la musicalidad del verso y el lenguaje simbólico de la poética popular.

Tipos de adivinanzas

Este tipo de juegos han acompañado a la humanidad a lo largo de su historia, tienen una serie de características generales que las definen; bien sean adivinanzas para adultos con respuestas difíciles o para niños con respuestas fáciles. Lo importante es lanzar el juego lógico que supone un reto intelectual de forma ingeniosa al que no conoce la respuesta.

Este reto se puede camuflar muchas veces mediante afirmaciones falsas o encubiertas, también hay casos en los que la respuesta se revela en el mismo enunciado y es ahí donde reside la dificultad para resolverlo.

Son el género literario con mayor variedad, y si no es así, al menos se acerca y mucho. Esto se debe a que alcanzan todo tipo de temas, tanto lo real como lo imaginario, las cosas cotidianas, históricas o conceptos abstractos como los sentimientos. Podríamos tratar de enumerar algunas de las más comunes en todas las culturas, estas son: adivinanzas de animales, adivinanzas de partes del cuerpo, adivinanzas de fruta y comida, adivinanzas de objetos, adivinanzas de plantas, flores y naturaleza en general, adivinanzas de números y letras, adivinanzas lógicas y adivinanzas de física, historia o religión.

Esta clasificación anterior, la más común, corresponde a la agrupación de las adivinanzas por temática. Sin embargo, podemos encontrar otras clasificaciones menos frecuentes, o más especializadas en el aspecto lingüístico como puede ser la clasificación de las adivinanzas por semántica, por estructura o elementos de construcción. La clasificación más común después de por temática es la de agrupar las adivinanzas según su función.

adivinanzas cortas para ninos

Las adivinanzas ponen a prueba el proceso de asociaciones de cada persona según su conocimiento y experiencias personales, la función de este juego lógico se clasifica en tres tipos.

Función lúdica

Ante todo, las adivinanzas tienen una función lúdica, son un pasatiempo que consiste en resolver un rompecabezas verbal para poder encontrar la imagen o el concepto buscado. Para lograr resolver una adivinanza hay que centrarse en varios aspectos, primero escuchar el planteamiento con atención, analizar cada palabra en busca de alguna pista

Función poética

Otra de las funciones que podemos apreciar en las adivinanzas para niños, es el aspecto poético que fomenta el gusto por la palabra, el ritmo y las imágenes abstractas o figuras retóricas.

Uno de los muchos beneficios que tiene el juego de palabras de lo abstracto a lo concreto, es que las adivinanzas fomentan la imaginación de los niños y estimulan su capacidad creativa, lo que influye de manera notable en otras capacidades.

 

Función didáctica

Otra de las características notables de una adivinanza, tanto si es una adivinanza difícil para adultos como adivinanzas infantiles, es el objetivo didáctico que desempeñan. Mediante un juego de palabras, el emisor está educando al receptor, el reto y la búsqueda de la solución estimulan el cerebro de este, mientras que usando el enunciado se pueden aprender nuevos conceptos o palabras. En definitiva, las adivinanzas infantiles nos acompañan durante toda la vida y es por eso que juegan un papel tan importante en el aprendizaje de los niños.

Conclusión: Adivinanzas para niños de Primaria

Si lo que te gustan son las adivinanzas, ésta es tu página. Mundo Primaria presenta su colección de adivinanzas infantiles con respuesta para que los más pequeños pongan a prueba su ingenio mientras se entretienen y, sobre todo, se divierten.adivinanzas infantiles cortas

Las adivinanzas infantiles: un pasatiempo estimulante

Las adivinanzas son textos muy breves en verso, los cuales exponen una descripción o juego de palabras que se refieren a un concepto u objeto. Además, las adivinanzas para niños suelen caracterizarse por su dinamismo y sencillez, que ayuda a que los más pequeños las resuelvan sin dificultad.

Así, las adivinanzas infantiles se presentan no sólo como un pasatiempo divertido, sino que además ayudan a los niños y niñas a estimular la lógica y la concentración al plantearles problemas de una forma original. También, gracias a las adivinanzas, los niños amplían su vocabulario, lo que conlleva al desarrollo de su comunicación.

Con las adivinanzas, los niños y niñas aprenden a resolver cuestiones utilizando la lógica e intuición en algunas ocasiones. En otras, deberán enfrentarse a juegos de palabras sencillos entre los que se encuentra la propia solución. Pese a que la estructura de las adivinanzas infantiles varía, siempre tienen en común una cosa: ¡para resolverlas se necesita una gran imaginación!

Amplía su mundo con adivinanzas para niños

Gracias a las adivinanzas infantiles, sean fáciles o difíciles, los pequeños podrán conocer nuevos objetos, situaciones o lugares y su relación con el entorno. Mejorarán su léxico y fomentarán su creatividad, curiosidad y lógica. ¡Las adivinanzas infantiles son sumamente educativas! Ampliarán sus horizontes mientras aprenden de forma divertida.

Mundo Primaria te propone una gran variedad de adivinanzas infantiles clasificadas por tipos. Accede a cada una de las categorías y encontrarás una adivinanza con su solución. ¿Has averiguado la respuesta? ¡Ahora puedes seguir leyendo adivinanzas sobre la misma temática o probar con otra! ¡Es como un juego! ¿Cuántas podrás acertar? Y si con las adivinanzas no tienes suficiente, te invitamos a probar alguno de los chistes fáciles y cortos que tenemos para los niños.