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Adivinanzas de comida y alimentos

Choco me dice la gente,
late mi corazón.
El que no sepa mi nombre,
es un gran tontorrón.

EL CHOCOLATE

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Choco me dice la gente,
late mi corazón.
El que no sepa mi nombre,
es un gran tontorrón.
Blanca por dentro, verde por fuera.
Si quieres que te lo diga, espera.
¿Quieres té?
¡Pues toma té!
¿Sabes ya qué fruto es?
La A, anda.
La B, besa.
La C, reza.
¿Qué fruta es esa?
Redondo como la luna y blanco como la cal. Me hacen de leche…
¡y ya no te digo más!
Aunque no es un hombre,
lleva sombrero
y al cesar la lluvia sale el primero.
Sombrero sobre sombrero
de un arrugado paño.
Si no lo adivinas ya,
no lo harás en todo el año.
Verde fue mi nacimiento
y de luto me vestí;
los palos me atormentaron
y oro fino me volví.
Con tomate y con lechuga,
en el plato suelo estar;
puedo ser algo picante
y a muchos hago llorar.
Vengo de padres cantores, pero yo no soy cantor. Llevo la ropa blanca y amarillo el corazón.
¿Quién soy?
Oro parece y plata no es,
¡y no lo adivinas de aquí a un mes!
En blanco pañal nací,
En verde me transformé,
Y durante el crecimiento,
Amarillo me quedé.
Una señorita va por el mercado
con su cola verde
y su traje morado.
Primero blanca nací,
después verde me quedé,
y cuando dorada torné,
hiciste un jugo de mí.
Tiene ojos y no ve,
tiene agua y no la bebe,
tiene carne y no la come,
tiene barba y no es un hombre.
Soy un viejo arrugadito,
que si me echan al agua,
salgo mucho más gordito.
La mano las rompe, el pie las tritura, la boca las bebe. ¿Qué son?
Tengo capa sobre capa;
si me las quieren quitar
nadie de llorar se escapa.
Tiene escamas pero no es un pez,
tiene corona pero no es un rey.
¿Qué es?
Somos cien hermanitos,
todos muy igualitos
y estamos encerrados
en un globo bonito.
Si la dejamos se pasa;
si la vendemos se pesa;
si se hace vino se pisa;
si la dejamos se posa.
Tengo duro el corazón, pulpa blanca y líquido en mi interior.
Ave y no vuela,
llana y es curva.
Quien no adivine ésta,
no adivinará ninguna.
Amarillo por fuera, amarillo por dentro, y con un corazón en el centro.
Soy verde, amarilla o colorada.
Aunque es famosa mi tarta,
puedes comerme sin estar cocinada.
Agrio es su sabor,
bastante dura su piel,
y si lo quieres tomar,
tendrás que estrujarlo bien.
Aunque repleta de granos,
le da nombre a una ciudad,
y refresca mis veranos,
con jugo de calidad.
Si tú me quieres comer,
me verás marrón peludo,
y no me podrás romper,
porque por fuera soy duro.
Son de color chocolate,
se ablandan con el calor,
y si se meten al horno,
explotan con gran furor.
Somos jugosas y sanas al natural por las mañanas.
En tarta, nos cortan planas;
como postre, ¡qué ganas!
Ave me llaman a veces y es llana mi condición.
Agua pasa por mi casa,
cate por mi corazón.
El que no lo adivinara,
será un poco cabezón.
En verdes ramas nací,
en molino me estrujaron,
en un pozo me metí,
y del pozo me sacaron
a la cocina a freír.
Blanquilla es mi nombre y endulzo la vida al hombre.
Soy ave y soy llana,
pero no tengo pico ni alas.
Con el dinero lo compro,
con los dedos lo deslío,
por la cara me lo como.
Me abrigo con paños blancos
luzco blanca cabellera
y por causa mía llora,
hasta la misma cocinera.
Col es parte de mi nombre, mi apellido es floral, más si lo quieres saber a la huerta has de marchar.
Somos blancos, larguiruchos,
nos fríen en las verbenas,
dorados y calentitos,
nos comen nenes y nenas.
Vive bajo tierra,
muere en la sartén,
sus diez camisitas,
llorando se ven.
Col, col, colera;
flor, flor, florera:
si estamos juntas,
¿Qué planta apuntas?
Dentro de una vaina voy y ni espada ni sable soy.
Blanca soy y como dice mi vecina,
útil siempre soy en la cocina.
Fríos, muy fríos estamos y con nuestros sabores a los niños animamos.
Una cajita chiquita,
blanca como la cal:
todos la saben abrir,
nadie la sabe cerrar.
Lentes chiquitas,
jóvenes o viejas,
si quieres nos tomas
y si no, nos dejas.
Con el pelo rojo,
la cara amarilla y llena de granos,
soy rico alimento si estoy cocinado.
Cuanto más caliente,
más fresco y crujiente.
Una vieja arrugadita, que de joven daba vino y ahora es una frutita.
Soy blanco, soy tinto,
de color todo lo pinto,
estoy en la buena mesa
y me subo a la cabeza.
Me hacen de leche de ovejas y cabras que pacen.
En el agua se hace y en ella se deshace.
Un palito muy derechito y en su cabeza un sombrerito.
Se hace con leche de vaca, de oveja y de cabra y sabe a beso ¿Qué es eso?
Blanquita soy,
hija del mar,
y en tu bautizo
tuve que estar.
No toma té, ni toma café, y está colorado, dime ¿quién es?
Verde nací,
amarillo me cortaron,
en el molino me molieron
y blanco me amasaron.
Después de haberme molido,
agua hirviendo echan en mí.
La gente me bebe mucho
cuando no quiere dormir.
Aunque me corten y corten
nunca me verás sangrar,
porque me han curado al frío
y metido en mucha sal.
¿Qué se corta sin tijeras y aunque a veces sube y sube nunca usa la escalera?
Para mí el dulce sabor de la cosa que te digo.
Para ti también será si aciertas este acertijo.
En un cuartito caliente
hay bailando mucha gente.
¿Qué alimento será el que llevan en un cesto y dicen que está más fresco cuanto más caliente está?
Te lo digo y te repito
y te lo debo avisar,
que por más que te lo diga
no lo vas a adivinar.
En la mejor ocasión,
al lado del mazapán
y a la espera del champán.
Soy una bebida fenomenal
que va a las fiestas para brindar.
Tiene dientes y no come.
Tiene cabeza y no es hombre.
No es un animal, pero pica.
Es roja y también pequeñita.
Una señorita engominada, de sombrero verde y con blusa colorada.
De color naranja,
crezco en la tierra.
A los conejos les gusto,
y para la vista soy buena.
Hilillos como cabellos finitos y rojos son, se echan en la paella y le dan muy buen color.
Pérez anda,
Gil Camina,
eres un burro
si no lo adivinas.
En vaina voy contenida
y buenos platos doy a la cocina.
Sin mí no tendrías pan,
ni pasteles, ni empanada.
Nazco verde y estoy dorado por los días de San Juan.
Los guisa antes tu madre,
porque son duros,
y se los come tu padre,
sin apuros.
No soy ave,
pero de mis huevos,
se hacen palomitas,
para los niños buenos.
Paso las noches en agua,
para poder engordar,
me cuecen por la mañana y
si soy negro… ¡es fatal!
Si me miras del revés,
me verás como animal,
mas si tú al derecho me miras,
yo seré un vegetal.
Una estupenda alternativa para que los niños pasen parte de su tiempo libre de una forma divertida es jugando con las adivinanzas de comida y alimentos. Una vez leída la adivinanza deben pensar la respuesta y después presionar el botón de solución que muestra la respuesta para saber si han acertado o no.
Les ayuda a pensar y ejercitar la mente, pero de una forma muy entretenida.