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Juan vivía con su madre, que era viuda, en una cabaña del bosque. No tenían muchos recursos para vivir porque eran pobres.
Al día siguiente, cuando Juan se levantó, fue grande su sorpresa al ver que las habichuelas habían crecido tanto durante la noche que una rama se perdía de vista. Se puso a trepar por la planta y, sube que sube, llegó a un país desconocido. Entró en un castillo y vio un malvado gigante que tenía una gallina que ponía huevos de oro cada vez que él se lo mandaba.
Juan pensó que aquella gallina era la solución a todos los problemas que tenía su madre. Entonces, esperó a que el gigante se durmiera y, tomando la gallina, escapó con ella. Llegó a la rama de las habichuelas, se descolgó, tocó el suelo y entró en la cabaña.
Con las monedas de oro, tuvieron dinero para ir viviendo mucho tiempo. Sin embargo, llegó un día en que el bolsón del dinero quedó completamente vacío.
Juan, por tercera vez, trepó por las ramas de la planta hasta llegar a la cima. Entonces, vio al ogro guardar en un cajón una cajita que, cada vez que se levantaba la tapa, dejaba caer una moneda de oro.
Cuando el gigante salió de la estancia, el muchacho cogió la cajita prodigiosa y se la guardó. Desde su escondite, Juan había visto que el gigante se tumbaba en un sofá mientras que un arpa, ¡oh, maravilla!, tocaba una delicada música sin que mano alguna pulsara sus cuerdas. El gigante, gracias a la ayuda de aquella melodía, fue cayendo poco a poco en un profundo sueño.
El cuento de Las habichuelas mágicas es un cuento de hadas de origen inglés. A pesar de que este cuento se atribuye erróneamente a Hans Christian Andersen, se trata de un relato del que no se conoce su autor original.
El cuento de Las habichuelas mágicas narra la historia de Jack, un joven que vive con su madre viuda y con una vaca como única riqueza. Cuando la vaca deja de dar leche, la madre de Jack le ordena al chico llevarla al mercado para venderla. Sin embargo, por el camino, Jack se encuentra con un anciano que le ofrece unas habichuelas supuestamente mágicas a cambio de la vaca. Jack acepta el trato. Cuando el chico llega a su casa sin dinero ni vaca, su madre, furiosa, lanza las habichuelas por la ventana y manda a Jack a la cama. Al día siguiente, estas habichuelas habían crecido hasta el cielo. Jack trepa por la planta y llega hasta un gran castillo en el que vivía un gigante que poseía una oca que ponía huevos de oro.
Existen muchas variantes de los elementos del cuento dependiendo de la versión que se cuente. Además, algunos teóricos apuntan la controversia que existe en cuanto a que Jack entra en la casa del gigante, se esconde, le roba y le mata. Por este motivo, en algunas versiones, se especifica que el gigante mató previamente al padre de Jack. En otras versiones, se especifica que la oca de oro que el gigante tiene en su casa perteneció, en un principio, a la familia de Jack.
Existen numerosas adaptaciones de este cuento no sólo en la literatura, sino también en el cine. De hecho, posee su versión Disney realizada en 1922 en la que el personaje de Jack es interpretado por Mickey Mouse y está acompañado del Pato Donald y Goofy.
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