¿Por qué a Nefertiti le falta un ojo?
Sí, no te equivocas… ¡Esta escultura te suena muchísimo! Es Nefertiti. Si no has tenido la posibilidad de verla en directo seguro que la conoces por los libros de texto, pues se trata de una de las obras de arte más famosas de todos los tiempos.
Ahora bien… ¿Te has preguntado alguna vez quién fue esta enigmática mujer? ¿A qué período de la Historia crees que pertenece? ¿Por qué le falta un ojo a este busto mundialmente conocido?
¡No te preocupes! Ahora mismo vas a descubrir un montón de cosas sobre este interesante tema.
¿Quién fue Nefertiti?
Para saber quién es Nefertiti y qué representó para su época, tenemos que remontarnos a una de las más grandes civilizaciones del pasado: el Antiguo Egipto, que se desarrolló a orillas del río Nilo desde el año 3.000 a.C. hasta el año 31 a.C. cuando fue conquistado por el poderoso Imperio Romano.
La civilización egipcia dejó una enorme huella en la historia de la Humanidad en campos como las matemáticas, la ingeniería o la medicina. En cuanto a su legado cultural y artístico, es impresionante y todavía está lleno de enigmas. Es imposible no quedarse boquiabierto ante las fabulosas pirámides, la gigantesca Esfinge de Guiza o los maravillosos y complejos jeroglíficos.
Durante sus 3.000 años de historia, Egipto estuvo gobernado por diferentes reyes que acumulaban todo el poder y eran considerados divinos por su pueblo: los faraones.
Uno de esos faraones fue Amenofis IV. Dirigió el imperio desde 1353 a 1336 a.C. y, como los demás, tuvo varias esposas al mismo tiempo. De todas ellas, sólo una era considerada la esposa oficial, la más importante. Pues bien, Nefertiti tuvo el privilegio de ser la Gran Esposa Real de Amenofis IV y juntos tuvieron seis hijas.
Nefertiti fue, por tanto, reina de Egipto. Todo apunta a que su gran personalidad la hizo brillar con luz propia durante su reinado y que llegó a tener mucho poder político y religioso. Resumiendo, mandaba casi tanto como el faraón, algo que por aquella época, era excepcional. Incluso se llegaba referirse a ella como la diosa Nefertiti.
¿Cómo fue la época en que vivió la reina Nefertiti?
Amenofis IV no era precisamente un hombre vago y sin inquietudes, sino todo lo contrario. Destacó por ser un faraón revolucionario e innovador que hizo grandes reformas durante los 18 años que gobernó. Su mujer Nefertiti le apoyó en todas sus decisiones.
Para empezar, hizo cambios religiosos que fueron muy polémicos. Sus súbditos adoraban a muchos dioses pero sobre todo a uno, el gran dios Amón. Poco después de subir al trono, Amenofis IV decidió que a partir de ese momento, sería el dios Atón el más importante de todos.
Acto seguido y en honor a él, mandó construir una nueva ciudad en medio del desierto a la que llamó Ajetatón (El horizonte de Atón), hoy conocida como Amarna.
Las órdenes del faraón había que cumplirlas, así que todo el mundo se puso manos a la obra. En un lugar donde no había nada, miles de personas trabajaron sin descanso para levantar el nuevo palacio real, nuevas casas, nuevos templos… ¡Una nueva ciudad partiendo de cero!
Cuando todo estuvo más o menos listo, el faraón la convirtió en la capital del reino y se trasladó a vivir allí con toda su familia y la corte real. Por si esto fuera poco, decidió cambiar su propio nombre, Amenofis IV, por el de Ajenatón (también conocido como Akenatón), que significa “útil a Atón”.
Pero hubo más cambios. A nivel artístico, también se empeñó en romper con el pasado e introducir novedades ¡Vamos a ver qué hizo con la escultura!
¿Qué reforma hizo el faraón Amenofis IV en el mundo del Arte?
Desde tiempos inmemoriales, cuando los faraones encargaban una escultura de sí mismos, exigían ser representados siempre jóvenes y fuertes (aunque no lo fueran), mirando al frente, rígidos y sin mostrar emociones. Fíjate en las fotografías de los faraones Ramsés II y Micerinos ¡Parece como si se hubieran tragado un palo!
A Amenofis IV (o Ajenatón, como a él le gustaba que le llamaran) le debió parecer aburridísimo ver siempre lo mismo y decidió acabar con esa tradición de tantos siglos. Ordenó a los escultores que trabajaban a su servicio que cambiaran completamente de estilo. En lo sucesivo, tanto él como su familia, debían aparecer de manera más realista y natural. Pensaba que si tenían defectos físicos, no había ninguna razón para ocultarlos, y de hecho, incluso se exageran un poco.
Por eso, sus estatuas le representan parecido a cómo era: un hombre de cara demasiado alargada, nariz interminable, mentón prominente, y barriga un poco fofa. Sí, no nos engañemos… Ni era guapo ni tenía cuerpo de deportista, pero está claro que a él le daba igual.
La reina, en cambio, salió ganando, porque en aquella época era una mujer joven, de unos veintitantos años y una belleza increíble. No en vano Nefertiti significa “la belleza ha llegado”. El busto que ves nos la muestra en el mejor momento de su vida y refleja lo hermosa que era en la realidad.
El busto de Nefertiti
El busto está realizado en piedra caliza. El escultor fue tallando las diferentes partes de la cara, y cuando terminó, lo recubrió con varias capas de estuco, que es como una masa de yeso que se puede pulir y permite para dar un mejor acabado a las formas. Por último, lo pintó.
¿Quieres saber cómo era Nefertiti físicamente? Como puedes observar tiene unos rasgos finos, la piel delicada y un largo cuello que la dotan de una gran elegancia. Su rostro parece bronceado y se notan incluso los tendones en la zona de la garganta. Esboza una ligera sonrisa y su cabeza sostiene una alta y estilizada corona azul que originalmente llevaba en la parte frontal el emblema de una cobra.
El resultado es una mujer que nos resulta natural, moderna y atractiva ¡Su cara parece la de una modelo de las que vemos en las revistas!
¿Por qué a Nefertiti le falta un ojo?
Imagino que ya te has dado cuenta de que a la hermosa reina le falta el globo ocular izquierdo. Al principio, los arqueólogos que la encontraron dieron por sentado que se había desprendido y pusieron todo su empeño en recuperarlo. Desgraciadamente, el ojo de cuarzo no apareció.
Otra posibilidad, es que en vida hubiera perdido el ojo, pero esta teoría se descartó porque existen otras esculturas y relieves de ella y sólo en este caso aparece sin él.
Con el tiempo, los investigadores comprobaron que la cavidad donde debía ir incrustado estaba muy lisa y no había en ella ni rastro de pegamento, que por aquella época solía ser cera de abejas. Esto resultaba muy extraño, pues significaba que el ojo no se había extraviado, sino que jamás había sido puesto en la cara de la reina.
¿Qué raro, verdad? ¿Cuál pudo ser el motivo?
Imagínate al faraón y a la reina encargando al maestro escultor montones de estatuas y relieves con su cara ¡Demasiado trabajo para hacerlo solo! Por eso, dirigía un taller donde trabajaba codo con codo con ayudantes y jóvenes aprendices.
No se sabe con seguridad, pero muchos opinan que hizo este busto para que sus trabajadores y alumnos supieran cómo era la reina y pudieran copiar su cara en otras estatuas suyas. Es decir, era un modelo que quizá el maestro escultor dejó inacabado a propósito para que sus alumnos, de paso, pudieran recibir “clases prácticas” para aprender cómo se insertaban los ojos en las cuencas.
Por otra parte, cuesta pensar que una imagen tan bella y tan excepcional sirviera simplemente para esta función ¡El misterio todavía no está del todo resuelto!
¿Qué fue de la reina Nefertiti?
No se sabe qué sucedió, pero cuando el faraón llevaba 12 años en el poder, su mujer Nefertiti dejó de aparecer en documentos, esculturas y relieves dela época ¡Es como si se la hubiera tragado la tierra!
Quizá falleció joven, quizá se fue de palacio por alguna razón desconocida… Hoy por hoy, el destino de esta hermosa mujer sigue siendo un enigma que se pierde en la noche de los tiempos.
Ajetatón, la ciudad abandonada
Las reformas y cambios de Amenofis IV duraron muy poco. En cuanto falleció le sucedió durante unos meses un nuevo faraón y después, el famoso Tutanjamón (también conocido como Tutakamón), quien mandó regresar a la corte a Tebas (la antigua capital) y restauró el culto al dios Amón. Poco a poco, las representaciones artísticas de los faraones volvieron a ser como antes.
Ajetatón (Amarna) fue abandonada para siempre y cayó en el olvido.
¿Dónde se encontró el busto de Nefertiti?
En 1912 un egiptólogo alemán llamado Ludwig Borchardt dirigió unas excavaciones arqueológicas en las ruinas de la ciudad de Ajetatón (Amarna).
Para su sorpresa, encontraron los restos de una casa repleta de figuras y cabezas esculpidas en piedra de miembros de la familia real de Ajenatón. Gracias a una inscripción, llegaron a la conclusión de que se trataba del antiguo taller de un maestro escultor llamado Tutmose, el artista favorito del faraón Amenofis IV (Ajenatón).
Enterrado entre todas estas piezas de gran valor, apareció el busto de Nefertiti. La identificaron rápidamente por la corona azul que, como reina, sólo ella lució.
¿En qué lugar se exhibe el busto de Nefertiti?
Si quieres ver en persona el busto de Nefertiti tendrás que ir al Museo Egipcio de Berlín (Alemania), donde además de admirar la belleza de esta reina, podrás rodearte de sarcófagos, papiros, momias y otros muchos vestigios del apasionante Antiguo Egipto.
¿Te apetece conocer los secretos y curiosidades de otras grandes Obras de Arte en El Arte en tu mochila? Pincha aquí