Dinosaurios Pequeños
Se puede decir que los dinosaurios pequeños existieron al principio y al final de la era de los dinosaurios. Primero sucedió cuando recién estaban apareciendo, en los momentos iniciales de la especie. Y a medida que se avanzaba desde el Triásico al Cretácico se hicieron más grandes.
Después el panorama comenzó a cambiar. Desde los descomunales saurópodos fueron evolucionando hacia el diminuto Archaeopteryx. Así fue como avanzaron hasta convertirse en las aves que conocemos hoy.
50 millones de años para obtener dinosaurios pequeños
Las investigaciones estiman que se requirió que los terópodos cambiaran hasta convertirse en las primeras aves pequeñas voladoras. Lo que se hizo fue medir fósiles de terópodos que incluyen dinosaurios carnívoros como el Velociraptor.
De este modo rastrearon la transformación de gigantes con un volumen corporal máximo de 238 kilogramos hasta llegar al Archaeopteryx que pesaba sólo 800 g. El análisis reveló que los ancestros de las aves se encogieron de forma ininterrumpida y muy consistente. Es algo que les ofreció algunos beneficios.
Se identificaron 12 pasos evolutivos importantes que llevaron a los terópodos a que se dividieran para formar nuevos tipos de dinosaurios.
En cada uno de los puntos de ruptura, los terópodos se encogieron hasta convertirse en pájaros. También cambiaron cuatro veces más rápido que otros terópodos que no se convirtieron en aves.
Esto demostró que el icónico tamaño pequeño de las aves es el resultado de un patrón de selección sostenido de un tamaño corporal más pequeño que tomó millones de años.
Las ventajas de ser un dinosaurio pequeño
Cada ola de contracción agregó rasgos de supervivencia que ahora vemos en las aves. A medida de que alcanzaban un volumen corporal más pequeño que el anterior esto les permitió explorar nuevos nichos y planes corporales, algo que no habrían podido hacer sus ancestros.
Algunos de estos terrenos nuevos fueron la persecución de insectos, el trepar a los árboles (algo que les permitió protegerse mejor), y eventualmente desarrollar el vuelo propulsado.
Un cambio radical ocurrió en los terópodos llamados Tetanurae, que incluyen a depredadores famosos llamados Allosaurus. Estos evolucionaron un hueso del muslo en un ángulo oblicuo.
Como resultado, esto movió su centro de gravedad hacia delante, empujando sus cuerpos hacia una postura inclinada como la de las aves modernas y asegurando que sus alas estuvieran cerca del centro de gravedad. Fue lo que abrió el camino hacia el vuelo.
Por otro lado, mientras los cráneos de sus cuerpos disminuían su tamaño, los cráneos de los terópodos se mantuvieron relativamente grandes. Esto significa que podían llevar cerebros más grandes en relación con el tamaño de su volumen corporal.
Los dinosaurios más pequeños tenían más probabilidades que los grandes de desarrollar plumas aislantes, algo que les permitió cazar de noche.
Su pequeño cuerpo también parece haber ayudado a las aves a sobrevivir a la extinción masiva que acabó con los demás dinosaurios hace 65 millones de años. Dicha extinción eliminó a todos los animales por encima de cierto tamaño. Las aves se encontraban entre esos dinosaurios que eran pequeños y que pudieron hacer frente a los cambios que se presentaron.
La evolución de los dinosaurios pequeños
Los científicos hoy tienen claro que hay una relación entre una humilde paloma con el otrora poderoso Tiranosaurio rex. Los terópodos se fueron encogiendo hasta alcanzar el tamaño de un dinosaurio pequeño, con todas las características de un ave.
Estas especies comparten un pasado biológico notable y de acuerdo al paleontólogo Paul Barret, lo que ha dado una nueva comprensión sobre la forma en que los científicos ven la evolución de las especies.
Las aves que hoy pueblan los cielos son dinosaurios pequeños que nos recuerdan como la vida puede presentar cambios notables.
Décadas de nuevos descubrimientos y estudios importantes, han convencido a los investigadores de que existe un vínculo directo entre las aves modernas y los terópodos.
Alguna vez se pensó que los dinosaurios eran lagartos a escala. No obstante ahora se los ve de manera diferente. Se entiende que su evolución implica mucho más.
El renacimiento de los dinosaurios
En lo que respecta a la paleontología algunos especialistas piensan que estamos frente al renacimiento de los dinosaurios. Inició en 1960 con el descubrimiento de un ejemplar de Deinonychus un pequeño dinosaurio depredador que vivió hace 115 millones de años.
No sólo demostró similitudes únicas con las aves. También parecía ser un cazador de manada inteligente y rápido en sus movimientos. El hecho de que tuviera plumas ayudó a transformar la manera en que los paleontólogos piensan de los dinosaurios.
El nuevo trabajo sobre especímenes antiguos y los descubrimientos de dinosaurios y especies de aves tempranas en el campo apoyaron la idea de que los dinosaurios eran ancestros de las aves.
De hecho se encontraron características y comportamientos que caracterizan a los pájaros en los dinosaurios.
Dinosaurios pequeños con plumas
Lo más sorprendente de los dinosaurios pequeños es que muchos tenían plumas. Gozaban de características más evolucionadas que las plumas de otros ejemplares.
Es por eso que ahora las reconstrucciones modernas de se parecen más a las aves, incluso si para investigadores del siglo XIX hubiesen sido absurdas. Cada día más se alejan de las ilustraciones escamosas que solían ser tradicionales en la materia.
Terópodos
Deinonychus fue un terópodo, un carnívoro bípedo que pertenecía al mismo grupo que el Tiranosaurios rex. Los científicos ahora saben que los dinosaurios desarrollaron características similares a las aves mucho antes de la aparición de Archaeopteryx. Esto da cuenta de una evolución sobre el conocimiento de los restos fósiles.