Dinosaurios Grandes
El tamaño es uno de los asuntos que ha vuelto más popular a estos animales prehistóricos. Ahora sabemos que existían dinosaurios grandes que de tan sólo imaginarlos pueden inspirarnos terror.
Se sabe que un huevo de un saurópodo era de apenas 25 centímetros de diámetro. Entonces, ¿cómo es posible que alcanzaran dimensiones gigantescas? Sobre este en particular se puede nombrar al Argentinosaurio que medía más de 30 metros de largo, 6 de largo y que podía pesar entre 80 y 100 toneladas.
En la gama de los dinosaurios carnívoros más grandes el ejemplo más conocido era el más válido. El Tiranosaurio rex podía medir hasta 11 metros y el ejemplo más grande fue el fósil hallado en Madagascar con 13 metros de altura.
A continuación desarrollaremos diversos factores y teorías que podrían haber contribuido con sus enormes volúmenes corporales.
Los dinosaurios herbívoros eran los más grandes
El crecimiento suele ir acompañado de la nutrición correcta. Algo importante a señalar es que durante la Era Mesozoica abundaron las plantas y eso le proveía a los dinosaurios herbívoros gran cantidad de comida.
Disponían de plantas en abundancia, y podían alimentarse sin mucho esfuerzo. Estos vegetales eran una fuente de nutrientes de calidad. Además al ingerir grandes cantidades de comida, los dinosaurios herbívoros acumulaban energía.
El gigantismo de los dinosaurios herbívoros fue el factor que les permitía alcanzar las hojas más altas esta es la explicación de porque los dinosaurios eran tan grandes. Este era un enorme dinosaurio que podía comer más comida aún. Además la digestión de las plantas era más fácil que la digestión de la carne.
La asimilación de los vegetales se producía a través de microorganismos, cuyo proceso hace que el estómago produjera calor. Cuando más grande era el estómago más calor generaba. Y este alto metabolismo promovía además el crecimiento del animal propiamente dicho.
Lo saurópodos eran sin dudas los más grandes. Pasaron de medir 40 centímetros a medir 30 metros de largo. Los más famosos eran el Argentinosaurus y el Brachiosaurus. El primero era el más masivo con un volumen que podía rondar las 90 toneladas. El segundo podía alcanzar los 12 metros de altura.
Este tipo de desarrollo solía ser más exitoso en los animales de sangre caliente y una nutrición de calidad también contribuía fuertemente a este tipo de crecimiento.
Una de las ventajas de ser herbívoro es que esta alimentación ahorraba energía. Los carnívoros tenían que cazar para comer. El depredador gastaba más energía en comparación con los dinosaurios herbívoros. A diferencia de las plantas las presas no eran móviles, así que tenían que atraparlas.
Es por esto que los carnívoros podían ser muy grandes, pero los herbívoros eran dinosaurios grandes a nivel descomunal.
El cuello de los saurópodos
Es sabido que los herbívoros más grandes tenían cuellos largos y cabezas pequeñas. Y eso no es nada casual ya que jugaba un papel crucial en la preservación de la energía de estos saurios gigantes.
Los saurópodos evolucionaron eliminando la masticación de los hábitos, por lo que ingería la comida en bocados. En su alimentación el cuello largo y sus intestinos eran los encargados de fermentar la comida, lo que favorece la digestión sin masticar.
El cuello tenía otra función adicional. De la misma forma que su cola larga el cuello también cumplía la función de evacuar el calor corporal. El alto metabolismo provocaba un aumento de calor. Para contrarrestar esto el dinosaurio debía evacuar el exceso de temperatura.
La longitud de dinosaurios grandes como el Seismosaurus y el Supersaurus se estima que era de unos 40 metros en cada uno.
La ausencia de órganos para masticar permitió que los saurópodos tuvieran una cabeza pequeña. Este pequeño tamaño redujo además la demanda de sangre al cerebro, algo que se volvía difícil con un cuello largo. En compensación, los grandes dinosaurios poseían enormes corazones para el bombeo de su sangre.
Razones del oviparismo en dinosaurios grandes
Los dinosaurios eran ovíparos, algo que por lógica evitaba el gasto de energía que involucra un embarazo. Al evitar esto el animal podía continuar el proceso de crecimiento rápido.
Además el mantenimiento de la población es fundamental para la supervivencia de la especie. El número de camadas es siempre más grande en las ovíparas que en las vivíparas.
Se dice que los saurópodos ponían 3 camadas de 10 huevos cada año. La puesta de huevos permite que la hembra pueda seguir alimentándose, con la tranquilidad de saber que los huevos mantendrán el calor en el nido.
El tamaño un factor intimidante para los depredadores
No hay que dejar de lado que el gigantismo es un factor importante para disuadir a los depredadores. Los dinosaurios grandes más destacados eran los herbívoros porque requerían de la oportunidad de volverse imponentes y defenderse de los animales que pudieran cazarlos.
El crecimiento rápido es un factor vital para lograr este objetivo. Es como cuando un león solitario trata de atacar a un elefante. Es realmente muy difícil que este tenga éxito.
Para hacer frente a esto los dinosaurios carnívoros también adoptaron el gigantismo, tal como pasó con el Tiranosaurio. El más grande fue el Masiakasorus que fue originario de Madagascar que medía 12 metros de largo y cuyo volumen corporal era de 9 toneladas.
No obstante el crecimiento de los dinosaurios carnívoros era más lento que el de los herbívoros. Esta era una evolución que permitía que los animales más grandes sobrevivieran a sus depredadores.
Sin embargo este tamaño tenía también sus contras. La demanda de energía seguía siendo alta y requería la constante ingesta de alimentos y en gran cantidad. Para mantener este volumen los herbívoros consumían alimentos duros y fibrosos.
Estos incluían piñas, pinos, cícadas, frutos, hojas y raíces. Para ayudar en la digestión ingerían piedras llamadas gastrolitos, que favorecían la asimilación de los nutrientes. Cuando comenzaron a desaparecer sus principales fuentes de alimentación, los dinosaurios grandes desaparecieron.
Otras teorías sobre el tamaño de los dinosaurios grandes
No hay una sola causa que podría haber impulsado el crecimiento acelerado de los dinosaurios. Y en lo que respecta a hipótesis estas siempre ofrecen cierto aspecto de lo que podría haber favorecido este desarrollo. Las siguientes son algunas teorías que podrían también explicarlo.
Sangre caliente y sangre fría
El gasto de energía dependía en gran parte de lo bien que un organismo controlase su temperatura corporal. Los mamíferos y aves que son de sangre caliente, debían gastar energía para mantener constante su temperatura corporal interna. Por eso tenían una tasa metabólica alta.
No obstante las criaturas de sangre fría como los reptiles dependen de su entorno para obtener calor corporal. Su temperatura interna fluctúa según las condiciones del entorno. Los animales de sangre caliente deben comer mucho más que los animales de sangre fría para producir su propio calor corporal.
Recursos alimentarios
El hecho de que los dinosaurios fuesen de sangre fría o caliente ha sido objeto de un acalorado debate entre los paleontólogos. El investigador Brian McNab que es un paleontólogo de la Universidad de Florida intentó responder a esta pregunta observando los recursos alimentarios disponibles para los dinosaurios.
Si los recursos hubiesen sido mucho más abundantes en la era Mesozoica que fue cuando vivieron los dinosaurios grandes en comparación con la realidad, es posible que hubiesen sido de sangre caliente.
Un ejemplo de esto son las ballenas azules, las que se consideran una de las criaturas más grandes que hayan vivido en la Tierra, y que son de sangre caliente. Alimentan su cuerpo de 160 toneladas a partir de los abundantes recursos del entorno marino.
De todos modos McNab concluyó que este no era el caso de los dinosaurios. No era posible que tuvieran tasas metabólicas más altas, porque los recursos no estaban allí. Por ejemplo, no había pastos en ese tiempo que es una fuente importante de alimentación.
Al parecer el secreto radica en que tomaron la energía ingerida y la invirtieron en crecer, en lugar de mantener una temperatura corporal alta.
Entonces, se llega a la conclusión de que no eran de sangre fría o caliente. En realidad eran homeotermos lo que incluía a ambos. No poseían una taza metabólica alta pero su temperatura interna fluctuaba como las de sangre fría.
Su mismo tamaño mantuvo constante la temperatura de su cuerpo. Cuando eres tan grande no puedes enfriarte rápidamente como lo haría un pequeño lagarto.
Huesos huecos
Algo curioso radica en el que muchos huesos de dinosaurios eran huecos como los de las aves. Esto era debido a sacos de aire que se extendían desde sus pulmones, lo que implicaba que significativamente pesaban menos que un mamífero de huesos sólidos de tamaño similar.
Se deduce que los dinosaurios podían soportar un cuerpo mucho más grande con sus cuatro patas. En el caso de los saurópodos esto era como unas 80 toneladas.
Alimentación sin masticar
Según investigaciones recientes, un secreto puede haber sido que no necesitaban masticar su comida tanto como los mamíferos de hoy en día. Cortaban ramas, hojitas y ramitas, que luego tragaban enteras.
Esto implicaba que podían ingerir una gran cantidad de comida con rapidez. Sin la necesidad de muchos dientes voluminosos para masticar, sus cabezas eran más livianas por lo que sus cuellos podían ser más largos.
A su vez esto significaba que podían llegar a una variedad más amplia de plantas desde un solo lugar para alimentarse.
La regla de Cope
Hay una regla enunciada por el paleontólogo Edward Drinker Cope, establece que la evolución tiende a aumentar el tamaño del cuerpo a lo largo del tiempo geológico en un linaje de poblaciones.
Las tendencias evolutivas hacia el aumento del cuerpo son comunes en un registro fósil. Por ejemplo, los antepasados del Eoceno de los caballos eran del tamaño de un perro. Desde entonces, en los linajes que muestran mayores incrementos, los caballos han evolucionado hasta llegar a ser 10 veces más grandes.
Esto también puede haber influido en el desarrollo de los dinosaurios grandes.