¿Por qué se construyó la Estatua de la Libertad?
La Estatua de la Libertad es el monumento más conocido de Nueva York y uno de los más famosos del mundo entero. La has visto en documentales, películas, fotografías, posters o videoclips musicales y seguro que encanta, pero ¿sabes por qué se construyó?
Su historia se remonta a varios siglos atrás, así que si estás deseando conocerla, sigue leyendo que nos vamos ¡al siglo XV!
El descubrimiento de América
Como sabes Cristóbal Colón, apoyado por los Reyes Católicos, descubrió América en 1492. A partir de esa fecha la monarquía española comenzó a explorar, conquistar y ocupar muchos territorios del nuevo continente y creó el imperio más poderoso del mundo.
Primer desembarco de Cristóbal Colón en América -Dióscoro Puebla (1862):
¡Imagínate América como un gran y apetitoso pastel del que todo el mundo quería comerse un trozo! Pues bien, se puede decir que los españoles fueron los primeros en hincarle el diente, pero en cuanto se corrió la voz, otros pueblos europeos también quisieron participar en el banquete.
Rápidamente, los portugueses, holandeses, franceses e ingleses se pusieron las pilas y se lanzaron a la carrera para ser los primeros en conquistar las zonas que todavía no habían sido ocupadas.
La conquista inglesa
Mientras los españoles se iban expandiendo por Sudamérica y Centroamérica, los ingleses llegaron a América del Norte y en 1607 unos cuantos hombres crearon la primera aldea: Jamestown (Virginia).
A partir de entonces fueron conquistando y poblando otros territorios colindantes. Esto animó a que miles de familias inglesas (y de otras partes de Europa) se atrevieran a cruzar el Océano Atlántico para instalarse allí en busca de una vida mejor.
Si te fijas en los mapas verás que se adueñaron de gran parte de la costa Este (mapa de la izquierda, zona señalada en azul) y fundaron trece colonias (mapa de la derecha, la misma zona ampliada).
Sus habitantes, los colonos, empezaron a desarrollar la agricultura. Además de cultivos en pequeños terrenos para consumo propio crearon grandes plantaciones de productos como el algodón o el azúcar para comerciar.
La población creció muy rápido y aparecieron las primeras ciudades.
¡Estalla la guerra!
Cada colonia tenía su propio gobierno y su manera particular de vivir, pero había un problema: no eran totalmente independientes. Entre otras obligaciones tenían que enviar parte de la materia prima que producían a Gran Bretaña y pagar impuestos cada vez más altos por comprar los productos manufacturados (libros, vidrio…) que venían en barco de la metrópoli.
Llegó un momento en que las trece colonias americanas se cansaron de aguantar estas y otras cosas que consideraban injustas, y se pusieron de acuerdo para rebelarse contra Gran Bretaña ¡Querían ser libres de una vez por todas!
El conflicto acabó en guerra, la Guerra de la Independencia, que empezó en 1775.
Declaración de Independencia de los Estados Unidos
En plena guerra, el 4 de julio de 1776, los representantes de las trece colonias decidieron cortar por lo sano firmando un documento que en resumen decía algo así:
“Ingleses, ya no queremos que mandéis sobre nosotros, así que a partir de ahora somos libres e independientes. Las trece colonias nos hemos unido para crear un nuevo país y le hemos puesto el nombre de Estados Unidos”.
Documento original de la Declaración de Independencia:
A Gran Bretaña le pareció fatal y por supuesto se negó a aceptar esta Declaración de Independencia. Inevitablemente, la guerra continuó durante siete años más.
¿Quién ganó la Guerra de la Independencia?
Finalmente las trece colonias, ayudadas por Francia y España, se alzaron con la victoria en 1783. Gran Bretaña, la gran perdedora, tuvo que aceptar la Declaración de Independencia y admitir que Estados Unidos era ahora un país nuevo y libre que debía seguir su propio camino.
Sí, has hecho bien la cuenta: cuando Estados Unidos nació tenía trece estados. Con el tiempo fue creciendo e integrando nuevos territorios.
¡Echa un vistazo al mapa actual! Hoy en día es un país de grandes dimensiones formado por cincuenta estados que cada 4 de Julio celebra su Fiesta Nacional para conmemorar el Día de la Independencia.
Cien años después… ¡Regalo sorpresa!
El 4 de julio de 1876 Estados Unidos cumplía cien años y el pueblo francés, que le había ayudado a ganar la guerra, quiso tener un detalle especial con su país amigo.
¿Qué hizo? Pues decidió hacerle un hermoso y espectacular regalo: el monumento llamado La libertad iluminando al mundo, que en realidad todos conocemos como La Estatua de la Libertad.
¿A quién se le encargó La Estatua de la Libertad?
El elegido fue el arquitecto y escultor francés Auguste Bartholdi. Entusiasmado, se puso mano a la obra seis años antes, en 1870 ¡La estatua tenía que estar lista a tiempo para el centenario!
Lo primero que hizo fue diseñarla y para ello se inspiró en El Coloso de Rodas, gran estatua de bronce del siglo III a. C. El Coloso, que representaba al dios Helios, estaba considerado como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Desgraciadamente, un terremoto la derrumbó 66 años después de su construcción.
Después se dedicó a buscar el lugar perfecto para colocarla hasta que por fin lo tuvo clarísimo: una pequeña isla en el puerto de Nueva York que hoy conocemos como La Isla de la Libertad.
Bartholdi tenía en mente una idea principal: la gran dama daría la bienvenida a todos los barcos y sería lo primero que verían los miles de inmigrantes que llegaban a Estados Unidos huyendo de la pobreza.
¿Qué representa la Estatua de la Libertad?
La Estatua de la Libertad representa el TRIUNFO DE LA LIBERTAD y de la DEMOCRACIA.
Para mostrar esta idea el escultor concibió la imponente figura de una mujer de rasgos clásicos que recuerda a las diosas de la Antigüedad.
Tiene el brazo derecho levantado y en la mano sostiene una gran antorcha; al tiempo, el izquierdo sujeta una tabla en la que se puede leer en números romanos la fecha del nacimiento de los Estados Unidos de América: 4 de julio de 1776.
En la cabeza luce una corona con siete picos que simbolizan los siete continentes y los siete océanos del mundo, aunque se dice que también representan los rayos del sol.
Cuando los turistas acuden a la isla a visitarla y miran hacia arriba no pueden verla completa porque el pedestal es demasiado alto. Esto, unido a que las fotos e imágenes de la estatua suelen tomarse desde lejos, hace que casi nadie conozca un dato muy importante: la estatua tiene pies.
¡¿Ah, que tú también acabas de enterarte?! Pues sí, tiene unos enormes pies calzados en sandalias que asoman bajo la túnica y pisan con firmeza unas cadenas rotas con grilletes.
El escultor quiso, de esta manera, representar el triunfo de la libertad sobre la tiranía y celebrar la abolición de la esclavitud, algo que se había conseguido en Estados Unidos hacía muy poco tiempo (1865).
Una curiosidad: la Estatua de la Libertad funcionó como faro para guiar a los navegantes que se acercaban a puerto durante los primeros años de su existencia.
¿Cómo y dónde se construyó La Estatua de la Libertad?
Construirla fue una tarea larga y difícil por su complejidad y tamaño ¡Ten en cuenta que pesa 225 toneladas y junto al pedestal mide 93 metros de altura!
A esto se unió que costaba muchísimo dinero y no quedó otra que repartir los gastos: Francia pagó la construcción de la estatua y Estados Unidos el pedestal.
En los dos países hubo una gran movilización y se hicieron un montón de actividades para recaudar fondos: loterías, exposiciones de arte, espectáculos, subastas… Hubo también personas anónimas que colaboraron aportando dinero de su bolsillo.
La construcción duró ocho años y se realizó en París ¡Mira qué fotos tan chulas del equipo de Bartholdi trabajando en el taller!
Una vez terminada hubo que desmontarla pieza por pieza y meterla en 214 cajas gigantescas que viajaron en barco hasta su lugar de destino, Nueva York, donde la esperaba un pedestal tan grande como ella, situado sobre una base en forma de estrella.
¿De qué material está hecha?
La estatua está construida con planchas de cobre muy finas que van perfectamente ensambladas, dejando el interior vacío.
¡Sí, por dentro está hueca! Te preguntarás entonces cómo siendo tan grande se mantiene en pie… ¡La respuesta es fácil! Se diseñó un armazón interior de hierro, algo así como una columna vertebral que sujeta las láminas de cobre, tal y como puedes ver en la fotografía.
El encargado de ello fue el importante ingeniero Gustave Eiffel, el mismo que unos años más tarde construyó otro de los monumentos más famosos del mundo: la increíble Torre Eiffel (1889).
¿Por qué es de color verdoso?
Ahora mismo tu mente está confusa y venga a darle vueltas a un extraño asunto: si la Estatua de la Libertad está fabricada con planchas de cobre, y el cobre es de color marrón rojizo… ¿Por qué diablos la vemos verde azulada?
No, no tienes mal la vista ni es cuestión de magia. Lo cierto es que al principio era marrón y ahora no lo es por una razón puramente científica: cuando el cobre entra en contacto con el oxígeno del aire sufre una reacción química y se oxida. Al oxidarse, forma sobre él una capa verdosa llamada pátina.
Muchas esculturas y monedas antiguas fabricadas en cobre o bronce presentan también esta pátina. En estas fotos tienes algunos ejemplos:
La pátina ayuda a que el cobre no se corrompa. Como no es perjudicial y a todo el mundo le encanta el color actual de la estatua, se decidió no quitarle el óxido y dejarla tal y como está.
¿A ti te gusta así o preferirías verla en su color original?
¿Cuándo se inauguró?
La idea era que la estatua estuviera montada en su lugar el 4 de julio de 1876, justo el día que se cumplían los cien años de la Independencia de Estados Unidos, pero la obra se retrasó mucho y no se llegó a tiempo.
Finalmente se inauguró el 28 de octubre de 1886 y fue un gran acontecimiento. Como ves, el regalo se entregó diez años después de lo acordado ¡Más vale tarde que nunca!
¡Hay que cuidar la Estatua de la Libertad!
Un monumento que pasa todo el año a la intemperie y en un lugar tan húmedo requiere muchos cuidados para que se mantenga en buen estado.
Una de las reformas más importantes fue sustituir el armazón interno por otro de acero inoxidable. También se han añadido comodidades como calefacción o ascensor en el pedestal.
En cuanto a la antorcha ya no es la misma. Treinta años después de la inauguración de la estatua el escultor Gutzon Borglum, autor de las impresionantes esculturas del Monte Rushmore, reformó la llama de cristal colocando en ella vidrios amarillos. Con esto consiguió un efecto luminoso más impactante, pero surgió un grave problema: el agua de la lluvia se filtraba.
En 1986 se sustituyó por otra completamente nueva y mucho más moderna, en la que la llama está recubierta por láminas de oro.
¿Se puede subir a la Estatua de la Libertad?
¡Claro que sí! Primero tendrás que tomar un ferry para ir hasta la isla. Una vez allí, podrás subir al pedestal, donde hay un mirador y un museo en el que se puede ver la antigua antorcha.
Vista desde la corona:
Sin duda la parte más emocionante es subir los 393 escalones hasta la corona y asomarte a una de las ventanas que la rodean ¡Llegarás agotado pero las impresionantes vistas de Manhattan merecen la pena!
La Estatua de la Libertad en el cine
Una de las películas más antiguas y entrañables en las que aparece La Estatua de la Libertad es El Inmigrante, rodada en 1917.
En ella verás la emoción que sentían los humildes inmigrantes europeos de principios del siglo XX cuando con las manos vacías y la cabeza repleta de sueños, llegaban a puerto tras muchos días de travesía y divisaban a lo lejos la impresionante Estatua de la Libertad.
Su protagonista es el genial Charlot así que las risas están aseguradas.
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