Cocer o coser
Estos dos verbos con significados tan diferentes no solo tienen en común bastantes letras, sino que para algunas comunidades hispanohablantes suenan exactamente igual al oral. Por este motivo, pueden llegar a confundirse.
Si consideras que ya sabes el porqué de dicha confusión o si quieres poner a prueba tus conocimientos sobre el tema, aquí te dejamos un cuestionario.
CUESTIONARIO
Cocer o coser
¿Por qué la confusión entre cocer y coser?
Entre estas palabras se dan unos fenómenos fonéticos: el seseo y el ceceo.
El primero, acontece cuando, al pronunciar la palabra que contiene “c” con el sonido de la “z” o una “z”, se emplea el sonido de la letra “s”. Algunos ejemplos serían los siguientes:
- Rísame el pelo lo antes posible. ➡ Rízame el pelo lo antes posible.
- Mese al bebé para que se duerma. ➡ Mece al bebé para que se duerma.
En el caso de los verbos que nos ocupan, el ejemplo sería el siguiente:
- Cosí unos huevos para la ensalada. ➡ Cocí unos huevos para la ensalada.
Gracias al contexto de la oración, los interlocutores entienden que es el verbo cocer puesto que no tendría sentido coser los huevos para la ensalada.
En cuanto al ceceo, se pronuncia la “s” como si fuese una “c” o una “z” con el sonido de la “z”. Veamos, igualmente, unos ejemplos:
- Hay pozos en mi café. ➡ Hay posos en mi café.
- Ayer tomé zopa de fideos. ➡ Ayer tomé sopa de fideos.
En el caso de los verbos que nos ocupan, el ejemplo sería el siguiente:
- Cocimos dos mantelerías. ➡ Cosimos dos mantelerías.
Desde luego, los interlocutores entienden, gracias al contexto, que las personas le echaron horas a la aguja y al hilo y no se dedicaron a meter las telas en una olla para preparar un suculento plato.
Estos dos fenómenos se dan tanto en hablantes españoles como latinoamericanos cuando su idioma es el español y son fenómenos muy comunes entre personas de determinadas regiones. Suponen una parte de la amplia variedad de acentos que este idioma tiene y es el contexto de las oraciones y de las situaciones lo que hace que no surjan errores de comprensión.
¿Sucede con otros verbos?
La respuesta inmediata y esperada es sí. Todas aquellas palabras que contenga un “s”, una “c” o una “z” (ambas con el sonido de la “z”) son susceptibles a verse expuestas bien al seseo o bien al ceceo. De hecho, el primer ejemplo claro son los verbos de estos fenómenos sesear y cecear, algo que no deja de ser paradójico.
La diferencia en el caso de cocer y coser o cecear y sesear es que ambas palabras tienen sus propios significados que, además, no tienen por qué guardar ninguna relación.
Ejemplos de otros verbos que pueden ser intercambiados en la pronunciación por este motivo son:
- Rosar (caer rocío) y rozar (tocar a algo o alguien ligeramente).
- Casar (unir en matrimonio) y cazar (buscar o perseguir animales o conseguir algo hábilmente).
- Serrar (cortar alguna materia con una sierra) y cerrar (evitar que el interior de algo o de un lugar tenga comunicación).
- Tasar (determinar el precio de algo) tazar (estropear/desgastar la ropa por el uso).
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