Caballo de Troya

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En este artículo te contamos los aspectos más relevantes e inesperados de una de las historias más fantásticas e inspiradoras de la antigüedad, como lo es El Caballo de Troya. Este caballo de madera pasó a la historia como la gran estratagema utilizada por los griegos aqueos para vencer a los troyanos en una guerra que duró diez años.

 

Introducción a la Guerra de Troya

 

La Ilíada es una famosa epopeya griega atribuida a Homero, su trama nos cuenta que el príncipe Paris de Troya secuestra a Helena, la esposa de Menelao, rey de Esparta. Esta acción de Paris hizo que Menelao convocara a los griegos a una guerra en contra de los troyanos.

 

La Ilíada junto a la Odisea son consideradas dos de las obras literarias más importantes de la Antigua Grecia, se presume que fueron escritas por Homero alrededor del siglo VIII A.C. En ambas obras se mitifica lo que se conoce como el ciclo troyano. Es muy probable que los atributos y las destrezas que se le atribuyen a los personajes, así como parte de los pasajes que se narran en estas obras sean irreales, pero el combate y la disputa entre troyanos y griegos sí fueron reales.

 

 Causas de la Guerra de Troya

Siguiendo a Homero, el detonante de la Guerra de Troya fue el secuestro de Helena por parte del príncipe Paris de Troya. Aunque antes de este episodio ya existía una rivalidad entre griegos aqueos y troyanos por el control del Estrecho de los Dardanelos, que comunicaba el Egeo con el mar de Mármara y el mar Negro.

Tomado de: enciclopediadehistoria.com

 

En este apartado te contamos las causas que hicieron posible que sucediera una de las batallas más épicas de la antigüedad, la Guerra de Troya.

 

Rapto de Helena

Esta historia comienza con Paris que era hijo de Príamo, rey de Troya. Al joven príncipe le fue encargada una importante misión diplomática. Su trabajo consistía en ir como embajador a Grecia para reclamar el regreso de su tía Hesíone que había sido raptada y tomada como esposa por Telamón rey de Salamina.

Tomado de: lembranzas1.blogspot.com

Paris al llegar junto a sus compañeros a Esparta bajó de su caballo en la plaza, frente a la casa real. De inmediato el príncipe Paris llamó la atención de todos los curiosos, tanto por  su espectacular belleza, como por la riqueza de su vestimenta y su imponente porte.

Entró a la mansión de Menelao donde se presentó y solicitó asilo para él y los suyos.

Explicó el motivo de su viaje y manifestó su intención de descansar en Esparta durante algunos días.

Menelao recibió de muy buena manera a los troyanos y mandó a darle todos los honores incluyendo un gran banquete.

Tomado de: unprofesor.com

 

Durante la estancia de Paris en Esparta, Menelao tuvo que viajar a Creta para asistir a los funerales de su abuelo Catreo. Esta ausencia fue aprovechada por Paris para seducir a Helena y llevársela, primero a caballo y luego en su barco, junto a las riquezas que pudo tomar de la mansión real.

Menelao al ser informado del rapto de su amada esposa, fue a hablar con su hermano Agamenón, rey de Micenas, para que le ayudara a reunir un gran ejército con el objetivo de conquistar Troya y rescatar a Helena.

Así comenzó la súper conocida Guerra de Troya.

Las controversias comerciales

Si bien es cierto que el detonante de la Guerra de Troya fue el rapto de Helena por parte de Paris, es conveniente hacer notar que griegos y troyanos mantenían una disputa por el control de importantes rutas comerciales.

Troya estaba muy bien ubicada con respecto a un estrecho canal llamado el Helesponto en la antigüedad (hoy en día los Dardanelos). Este estrecho enlaza al mar Negro con el mar Egeo mediante el mar Mármara.

Tomado de: donde-esta.org

Su ubicación geográfica privilegiada le permitía cobrar impuestos a los barcos mercantes y a los viajeros. Entre los principales contribuyentes estaban los griegos de Micenas quienes le pagaban impuestos a los troyanos para poder ingresar al mar Negro.

Posiblemente esta relación comercial le resultaba incómoda a los griegos lo que ayudó a  Agamenón a la hora de convocar a todos los caudillos aqueos para atacar Troya.

 

La Guerra de Troya

La Guerra de Troya es uno de los eventos más importantes de la antigüedad, se desarrolló entre los años 1194 y 1184 a.C. Es decir, que el cerco a Troya se extendió por diez años y sólo terminó una vez que los griegos idearon una trampa que consistió en introducir en la ciudad de Troya un caballo de madera hueco lleno de soldados griegos.

 

El comienzo de la expedición

La primera acción que tomó Agamenón, como hermano de Menelao y Comandante en Jefe del Ejército que luego atacaría Troya, fue mandar mensajeros a Troya para pedir la devolución de Helena y de los tesoros robados. La respuesta de Príamo ante los planteamientos de los mensajeros de Agamenón fue que no sabía nada de aquel asunto, cosa que era cierta, porque Paris todavía no había regresado a Troya.

El rey Príamo también les dijo a los soldados de Agamenón que si la reina Helena había huido de Esparta sería por su propia voluntad, porque su hijo Paris sólo había llevado un navío y unos pocos marineros, con los que habría sido imposible vulnerar el palacio y someter al ejército del rey Menelao.

Tomado de: britannica.com

Esta respuesta enfureció al rey Agamenón, por lo que mandó mensajeros por toda Grecia para reunir voluntarios para la misión de atacar Troya.

El rey Agamenón aseguraba que los dioses estaban de su parte, esto debido al comportamiento traicionero de Paris. Les aseguraba a los reyes de otras ciudades que no tendrían problema alguno para saquear Troya, que era muy rica.

Su caída les permitiría el paso hacia el mar Negro. Los troyanos, que guardaban los estrechos, les hacían pagar a los griegos el doble por productos como la madera, el hierro, las pieles, los perfumes, las especias y las piedras preciosas provenientes del Oriente. Agamenón disfrutaba con tan sólo pensar en la gran cantidad de dinero que se ahorrarían.

Agamenón y Palamedes visitaron a Ulises quien se comprometió a colaborar con una pequeña flota. Los mensajeros de Agamenón fueron también a Chipre, donde el rey Cíniras les prometió cincuenta navíos, pero les engañó enviándoles sólo uno de verdad y cuarenta y nueve de juguete, con muñecos por tripulantes, que el capitán arrojó al pasar cerca de la costa de Grecia. Agamenón pidió a Apolo que castigara el fraude, y Apolo hizo que Cíniras muriera de una enfermedad repentina.

 

Los dioses profetizaron que Troya no podría ser tomada sin la ayuda de un joven héroe llamado Aquiles, hijo del rey Peleo y de la nereida Tetis. La madre de Aquiles que era una diosa, hizo invulnerable a su hijo Aquiles sumergiéndolo en el Estigia, el río sagrado, cogido por un talón; y, después de esto, lo llevó a Quirón, el centauro (los centauros eran mitad hombres mitad caballos), de quien recibió la mejor educación posible.

La diosa del destino le dijo a Tetis que si su hijo iba a Troya, no volvería vivo. Así que, al suponer que Ulises intentaría reclutar a Aquiles para la guerra, Tetis lo apartó de Quirón y lo envió a la isla de Esciros. Allí vivió con las hijas del rey, disfrazado de mujer.

 

Ulises escuchó decir que Aquiles se encontraba en Esciros por lo que de inmediato zarpó hacia esta isla con un cofre de valiosas joyas y ropa para regalar a las princesas. Cuando todas ellas se reunieron a su alrededor y eligieron sus regalos, Ulises ordenó a su trompeta que tocara alarma a la entrada del palacio.

Una de las mujeres se quitó inmediatamente la túnica de lino y se colgó la espada y el escudo que había dentro del cofre con los otros regalos. No había duda de que esa chica era Aquiles, que fue fácilmente persuadido por Ulises para unirse a la expedición.

La flota griega se reunió en Aulis, una playa ubicada delante de la isla de Eubea. Eran alrededor de unas mil naves, con unos treinta hombres cada una, algunas venidas desde el noroeste de Grecia y las islas de Creta, Rodas y Cos.

Tomado de: profesorenlinea.cl

La gigantesca flota se dirigió a Troya empleando remos y velas. Luego de sortear un buen número de dificultades producto de terribles tormentas, los griegos tocaron tierra en Tenedos, una isla desde la que se podía visualizar Troya. Los griegos saquearon las riquezas y esclavizaron a las mujeres más bellas de esta ciudad.

 

Los primeros ocho años de guerra

Los griegos partieron de Tenedos rumbo a Troya, los troyanos respondieron a esta acción congregándose en la playa, desde donde dispararon flechas y lanzaron lluvias de piedras para evitar que las naves griegas atracaran en tierra. Calcante que era un poderoso adivino de la mitología griega había profetizado que el primer hombre que llegara a la orilla moriría. Solamente Protesilao se atrevió a desafiar al destino. Saltó de su nave y mató a varios troyanos antes de que el hijo de Príamo, Héctor, lo atravesase con una lanza.

Tomado de: tabladeflandes.com

 

Durante la batalla, los griegos lograron hundir la mayor flota de los troyanos, que estaba anclada en la cabecera del río, lo que les permitió mover sus propias naves playa arriba y construir una empalizada de troncos alrededor del río.

Al siguiente día, los griegos marcharon para atacar; pero encontraron que las entradas de la ciudad estaban bien protegidas, que las murallas eran enormes y muy bien construidas, lo que les hizo sufrir muchas pérdidas, por lo que se vieron obligados a retirarse.

Ante las dificultades, Agamenón junto a los otros reyes griegos decidieron dejar morir a Troya de hambre. Este plan no fue exitoso. Cada noche los troyanos introducían comida a su ciudad por las entradas que daban a tierra y los griegos se quedaban impotentes allí donde habían desembarcado.

 

Los griegos al no poder penetrar la ciudad de Troya decidieron atacar por sorpresa a todas

las islas y ciudades aliadas del rey Príamo. El objetivo era debilitar al enemigo, aprovechando que el rey Príamo no podía proteger a sus aliados con el apoyo de una flota, porque los griegos se habían apoderado de las aguas cercanas a la ciudad de Troya.

Los griegos emplearon ocho años en este cerco, que resultó ser sumamente inefectivo porque no les permitió recuperar a la reina Helena ni destruir Troya.

 

Paris y su batalla con Menelao

Héctor, hijo de Príamo, rey de Troya, recorrió la línea troyana llevando su lanza al nivel del pecho y presionando a los soldados hacia atrás. Al llegar a la primera línea, gritó a los griegos: “deténganse tengo un anuncio que hacerles”. Agamenón, al ver lo que sucedía, mandó parar el combate, para así poder escuchar lo que Héctor tenía que decir.

Una vez detenido el combate y estando en frente de Agamenón y Menelao, Héctor anunció que su hermano, el  príncipe Paris, cuya huida con la reina Helena había causado esta terrible guerra, les proponía un combate a muerte entre él y el rey Menelao, el ganador se quedaría con la hermosa Helena y su fortuna. Mientras tanto, era necesario pactar una tregua.

Menelao en combate contra Paris. Tomado de: 64.media.tumblr.com

 

Menelao aceptó el desafío de Paris; Agamenón aceptó la tregua. Todos dieron la bienvenida a la posibilidad de una paz honorable.

Llegó el día del combate, Príamo, la reina Helena y los consejeros del reino se encontraban en las murallas de Troya mirando lo que estaba sucediendo.

El combate comenzó con la lanza de Paris dando de lleno en el escudo de Menelao, pero la punta no fue capaz de atravesar las gruesas tiras de piel de toro bajo la carcasa de bronce. Menelao, a cambio, lanzó su lanza con gran fuerza, atravesando el escudo de Paris, pero sólo alcanzó a rozar la coraza. Entonces Menelao corrió hacia delante, espada en mano, y golpeó el casco de Paris tan fuertemente que la hoja de la espada se rompió en cuatro pedazos. Al tambalearse Paris, Menelao lo cogió por la correa del casco y lo volteó. Medio asfixiado, Paris fue arrastrado hacia las líneas griegas.

 

El combate habría acabado en un espléndido triunfo para Menelao si la diosa Afrodita no hubiera bajado para rescatar a Paris. Con una mano invisible, rompió la correa del casco y dejó a Menelao llevando un casco vacío. Cuando Menelao se dio la vuelta para matar a Paris, éste ya no estaba allí.  Afrodita hizo invisible a Paris y se lo llevó, sano y salvo, tras las líneas troyanas. .

Al no ver a Paris por ninguna parte, Agamenón declaró ganador a su hermano Menalao y exigió que se le entregara la reina Helena y la fortuna que Paris había robado. Los troyanos no cumplieron ninguna de las dos solicitudes, lo que le dio continuidad inmediata a la guerra.

 

La retirada de Aquiles

Durante el noveno año de la guerra los griegos se vieron azotados por una terrible peste que provocó la muerte de cientos de sus guerreros. El alto mando militar griego, preocupado por los estragos que provocaba la peste, le solicitó al adivino Calcante que les dijera qué hacer para acabar con la peste. Entonces Calcante dijo con toda franqueza que si no se le devolvía Criseida a su padre Crises, sacerdote del dios Apolo, sin ningún tipo de rescate, la peste perduraría hasta que no sobreviviera ningún griego.

Esta recomendación no le gustó para nada a Agamenón quien había hecho de Criseida su esclava preferida. A pesar de no estar de acuerdo Agamenón aceptó que Criseida fuera devuelta a su padre, pero con la condición de que fuese recompensado por su pérdida con una esclava de igual talento y belleza.

Tomado de: wahooart.com

Ante esta solicitud Aquiles perdió la cordura y le lanzó a Agamenón todos los insultos de la lengua griega. En venganza Agamenón pidió que le trajeran a la esclava Briseida de la tienda de Aquiles. Esto no lo soportó Aquiles y luego de no asesinar a Agamenón por la recomendación que le hizo la diosa de la guerra Atenea, abandonó el ejército griego. Toda esta situación hizo que los troyanos tomaran ventaja en una guerra que había comenzado hace nueve años.

 

Héctor vence en combate a Patroclo

Luego de la retirada de Aquiles los troyanos comienzan a ganar terreno en la guerra y le propinan duras derrotas a los griegos. Ante esta realidad Patroclo le pidió a su gran amigo Aquiles que le prestase la armadura y el mando de sus guerreros mirmidones.

Patroclo pensaba que con la ayuda de estos implementos podría alejar a los troyanos antes de que quemasen la flota y aniquilasen a sus compañeros de batalla.

Una vez que Aquiles prestó a Patroclo sus magníficas armas y la armadura, hizo formar a su ejército personal y les envió a salvar la flota del Gran Ayax. La carga fue irresistible. Al confundir a Patroclo con Aquiles, los troyanos volvieron a ser expulsados y sufrieron una gran pérdida.

Patroclo y una compañía del ejército de Aquiles avanzaron hasta encontrarse con Héctor quien retó a Patroclo a un duelo, pensando que éste era Aquiles. Patroclo aceptó. Casi no habían bajado de los carros cuando Héctor logró desarmar a Patroclo, quien quedó aturdido y temblando. Con la lanza en alto, Héctor le alcanzó la parte baja del vientre y los troyanos se abalanzaron sobre él al ver que caía.

 

Aquiles al enterarse de la muerte de Patroclo lloró, puso sus enormes manos sobre el ensangrentado pecho de Patroclo, gritó de dolor y estuvo lamentándose toda la noche.

Entonces, la madre de Aquiles Tetis convenció a Hefesto, el dios de la forja y el fuego,  para que forjara un nuevo equipo de armas sagradas y armadura para su hijo. Hefesto empezó su trabajo enseguida, ornamentando el escudo con escenas del campo y de la ciudad en plata, oro y piedras preciosas. Al amanecer, Tetis llevó su espléndido regalo a la tienda de Aquiles. Éste se lo puso encantado y, al instante, ya estaba pronunciando un discurso ante sus compañeros de armas.

Agamenón al escuchar a Aquiles y dadas las condiciones desfavorables que había vivido el ejército griego luego de la retirada de este último, admitió su injusto comportamiento hacia Aquiles y le devolvió todo lo que le había quitado incluso a Briseida.

Todo estaba listo para que Aquiles fuese a buscar a Héctor y vengar la muerte de Patroclo.

Aquiles vence a Héctor

Aquiles usando la armadura y las armas sagradas que su madre le había entregado, avanzó hacia la ciudad de Troya hasta conseguir a Héctor. Al estar ambos gladiadores frente a frente, Héctor le dijo a Aquiles lo siguiente: “ya que es un duelo a muerte, tú y yo deberíamos jurar que quien mate y desnude al otro, enviará el cadáver a su gente para tener un entierro decente”.

Aquiles le respondió a Héctor tirándole su lanza. Héctor se agachó y arrojó la suya, que rebotó en el escudo divino sin causar daño.

Seguidamente, Aquiles con la ayuda de los dioses recuperó su lanza, la apuntó al cuello desnudo de Héctor y tumbó a su enemigo. Antes de morir Héctor susurró: “ahórrate mi cadáver, el rey Príamo lo rescatará a un precio digno”.

Aquiles le respondió a Héctor diciéndole: “por el mal que me has hecho, dejaré que los cuervos te saquen los ojos y que los perros roan tus huesos”.

Y así murió Héctor. Aquiles desnudó su cuerpo, después le hizo unos agujeros en los tendones, pasó por ellos el cinturón bordado de Ayax, que ató a la parte trasera del carro, dio un latigazo a los caballos y arrastró a Héctor tras él, alrededor de las murallas de Troya. Príamo, Hécuba y Andrómaca miraban desde arriba horrorizados.

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Finalmente, el rey Príamo protegido por la oscuridad  fue hasta la tienda de Aquiles  y le dijo que aceptara un rescate justo: el peso del cadáver en oro puro. Aquiles le trató cortésmente e incluso alabó el coraje de entrar en la tienda del enemigo por la noche. Acordaron el

rescate. Fue así como el cuerpo de Héctor regresó a Troya.

 

La muerte de Aquiles

Aquiles luego de varios intentos logró arreglar un encuentro con Polixena, la hija del rey Príamo y hermana de Héctor. Aquiles estaba perdidamente enamorado de esta mujer. En esta cita secreta, ella le sonsacó a Aquiles su secreto más importante. Él le reveló que cuando Tetis le sumergió de niño en la laguna Estigia para hacerle invulnerable, le agarró fuertemente del talón derecho, que permaneció seco y desprotegido.

Polixena quien había jurado vengar la muerte de su hermano Héctor, ideó junto a sus  hermanos Deifobo y Paris un plan para asesinar a Aquiles.

Convocados  por Polixena, Aquiles, Deifobo y Paris sostuvieron un encuentro. Al estar frente a frente Deifobo abrazó a Aquiles, simulando amistad, mientras que Paris, escondido detrás de un pilar, le disparó al talón. La flecha con púas, guiada por Afrodita, le hirió mortalmente.

De esta manera murió uno de los guerreros más importantes de la antigüedad.

 

El Caballo de Troya

Atenea, la diosa de la guerra, inspiró a Ulises con una estratagema para llevar hombres armados a Troya. Bajo las instrucciones de Ulises, Epeo el mejor carpintero del campamento construyó un enorme caballo hueco de tablones de abeto. Contaba con una escotilla oculta en el flanco derecho y en el izquierdo una frase grabada en grandes letras que decía: Con la agradecida esperanza de un retorno seguro a sus casas después de una ausencia de nueve años, los griegos dedican esta ofrenda a Atenea.

Ulises entró en el caballo mediante una escalera de cuerda, seguido por Menelao, Diomedes, el hijo de Aquiles, Neoptólemo y dieciocho voluntarios más.

 

Los griegos, una vez unidas todas sus fuerzas, quemaron sus tiendas, echaron al agua las naves y remaron tierra adentro; pero no más allá del otro lado de Tenedos, donde eran invisibles desde Troya. Ulises y sus compañeros se encontraban dentro del caballo de madera.

Cuando los exploradores troyanos salieron, al alba, encontraron el caballo que sobresalía por encima del campamento quemado. El rey Príamo ordenó que este supuesto regalo de los griegos fuese llevado al interior de la ciudad de Troya.

Los troyanos celebraron su victoria bebiendo y bailando hasta quedarse dormidos. Al estar todo en silencio los griegos que estaban dentro del caballo salieron y abrieron las puertas de Troya para Agamenón.

La gente de Agamenón saqueó Troya durante tres días y tres noches.

Después dividieron el botín, quemaron las casas, derrumbaron las murallas y sacrificaron un inmenso número de ganado y ovejas.

Menelao, se vio tentado a cortarle el cuello a Helena, pero se dio cuenta de que ella todavía le amaba y, envainando su espada, la llevó de vuelta a las naves griegas.

De esta manera, diez años después de haberse iniciado, los griegos ganaron la Guerra de Troya.

Consecuencias de la Guerra de Troya

Entre las consecuencias más importantes de la Guerra de Troya se encuentran las siguientes:

• Troya fue saqueada y quemada por los griegos aqueos, lo que generó la destrucción total de la ciudad.
• Un inmenso número de muertos de ambos bandos.
• Las rutas comerciales que iban del Egeo al mar Negro quedaron bajo el control de los griegos aqueos.
• El robo de las riquezas de Troya, que fueron repartidas entre los reyes aqueos que sobrevivieron a la guerra.

 

Protagonistas de la guerra de Troya.

En la Ilíada son muchos los personajes que aparecen relacionados con la Guerra de Troya, pero lo más importantes son los siguientes:

 

Aquiles: Hijo de Peleo, rey de los mirmidones, y de la nereida Tetis.

 

Agamenón: Comandante en jefe de los ejércitos que atacaron Troya, rey de Micenas y hermano de Menelao.

 

Menelao: Rey de Esparta y esposo de Helena, este personaje es el que reclama la devolución de Helena por medio de las armas.

 

Helena: Siendo la esposa de Menelao fue raptada por Paris, lo que desencadenó una de las guerras más famosas de la antigüedad, la Guerra de Troya.

 

Paris: Príncipe de Troya y secuestrador de Helena.

 

Héctor: Hermano de Paris y el mejor de los guerreros troyanos. Se enfrentó a Aquiles quien lo asesinó y ultrajó su cuerpo.

 

Patroclo: El mejor amigo de Aquiles y compañero de su ejército. Es asesinado por Héctor mientras se hacía pasar por Aquiles.

 

Tetis: Madre de Aquiles e hija del dios marino Nereo.

 

Príamo: Rey de Troya, padre de Paris y Héctor.

 

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