William
Cuando paró de caer agua, un hermoso arcoíris apareció en el cielo al lado del sol. En ese momento, William empezó su viaje.
William quería llegar al final del arcoíris, justo donde toca con la tierra. Según su abuela, es en ese lugar donde los leprechaum, unos duendes pelirrojos con aspecto humano y vestidos de verde, guardan un gran olla con monedas de oro.
Los leprechaum son muy ancianos y durante toda su vida se dedican a guardar el oro que consiguen a cambio de su trabajo como zapateros, sólo dejándose se ver al final del arcoíris.
William sabía que capturar a un leprechaum era difícil, ya que no debía despegar su mirada de él. Tras cuatro horas caminando encontró lo que buscaba, pero estaba tan cansado, que pestañeo un segundo, y el duende y el dinero desaparecieron para siempre.