Esqueleto de dinosaurio
En la paleontología siempre se habla sobre los restos fósiles, respecto a que tan fascinantes son y cómo proveen una gran cantidad de información. Sin embargo, analizar un esqueleto de dinosaurio es un hecho especial y todo un acontecimiento entre especialistas de la materia.
Sucede que dar con uno completo no es nada fácil. El mundo prehistórico era un verdadero caos, y eso se puede ver en los fósiles y en el terreno en el que se los encuentra. A continuación conocerás algunos casos especiales, que pueden proveer a los hombres de ciencia una visión más completa sobre la vida de estos animales.
Entendiendo los fósiles prehistóricos
El esqueleto humano contiene 206 huesos y una vez que una persona fallece, estos restos permanecen en un muy buen estado de conservación. La causa de esto es que son enterrados en un contenedor especial, y aunque el paso del tiempo los deteriore, la mayor parte de ellos permanecen juntos y de alguna forma reconocibles.
El esqueleto de dinosaurio no goza de esta suerte. Cuando estos increíbles animales murieron simplemente quedaron en dónde se produjo el deceso. Allí se fueron degradando sin ninguna clase de cuidado.
A esto hay que sumar la acción de los carroñeros que los esparcían e incluso los llevaban a madrigueras o escondites para su comida. Además todo eso ocurrió hace millones de años lo que provocó que dichos fósiles terminaran enterrados en toneladas de sedimentos, rocas y tierra.
De la misma forma en esos tiempos el planeta no tenía la forma que tiene ahora. Hubo numerosos cambios geológicos, ambientales y meteorizaciones que también dispersaron los huesos en forma que no es posible imaginar. Esto hace que los paleontólogos tarden años en completar un simple esqueleto.
Cuando esto se produce es un hallazgo importante, ya que se incrementan las oportunidades de conocer más sobre la vida natural de millones de años atrás.
Lo que un esqueleto de dinosaurio nos puede contar
Los huesos de dinosaurio pueden contarnos mucho, y si forman parte de un esqueleto completo, mucho mejor. Pueden develar cómo se movía, cómo se comportaba o cómo eran en forma integral.
Ya se sabe que cuando se dispone de un cráneo es posible conocer si tenía un cerebro pequeño o grande, si poseía sentidos agudos o con quien estaba relacionado.
Es por esto que dar con un esqueleto completo y bien conservado es muy importante. Los siguientes son algunos de los casos más famosos al día de hoy.
Dinosaurios en duelo de Carolina del Norte en Estados Unidos
En este caso estamos hablando de dos esqueletos de dinosaurios perfectamente conservados, que se están desenterrando y que formarán parte del Museo de Carolina del Norte en Estados Unidos. Fueron descubiertos en Montana
Se trata de un Tyrannosaurus rex y de un Triceratops horridus, que estuvieron enterrados juntos, en el medio de lo que parecía un enfrentamiento por la supervivencia. De ahí a que se los apodaran Dinosaurios en duelo. El T-rex es el ejemplar más completo y mejor conservado en la actualidad.
Se calcula que tienen casi 70 millones de años de antigüedad. Fueron descubiertos en 2006 por cazadores de fósiles profesionales.
Los detalles indican que se pueden ver los contornos de su cuerpo, las impresiones de la piel y las lesiones. Esto incluye los dientes del tiranosaurio clavados en el Triceratops. Es decir que cuenta con restos fosilizados de la epidermis del animal, algo que no es nada común.
El peso total de ambos especímenes es de 14 toneladas. Desenterrarlos y organizar su compra tomó años. Hubo una discusión legal acerca de la propiedad del descubrimiento, la cual fue concedida a quienes dieron con los restos.
También se realizó una subasta en 2013 pero ninguna superó el precio de reserva de 6 millones de dólares. Cómo no se llegó a un acuerdo permaneció bajo llave un par de años.
Finalmente la Sociedad Sin Fines de Lucro Amigos del Museo de Ciencias Naturales de Pasadena los compró y los donó a esta institución. Actualmente se están estudiando y en el futuro habrá una gran exhibición que promete ser única.
Los encargados indicaron que revelará aspectos desconocidos sobre la manera en que vivieron los dinosaurios.
Clasificación definitiva del primer esqueleto de dinosaurio completo hallado en 1858
Tomó muchos años, pero el primer esqueleto de dinosaurio completo hallado en la historia de la paleontología finalmente se estudió. Esto permitió que se le diera su lugar en el árbol genealógico de los dinosaurios.
Se lo conoce como Scelidosaurus y su hallazgo se dio lugar en 1858 en la Costa Jurásica del Oeste de Dorset en Inglaterra. Estaba en roca fosilizada de 193 millones de años de antigüedad, por lo que formaba parte de los tiempos iniciales de los dinosaurios.
Fue enviado a Richard Owen en el Museo Británico. Se trataba del hombre que inventó el término dinosaurio. Sin embargo no le fue posible ir demasiado lejos en su estudio. No reconstruyó el animal como podría haber aparecido en vida ni trató de entender su relación con otros ejemplares de este tipo. En realidad no hizo más que sumergirlo en la teoría de la época. Y desde entonces había permanecido de esta forma.
Por lo menos hasta que el Dr. David Norman del Departamento de Ciencias de la Tierra en Cambridge terminó el trabajo de Owen. Realizó una descripción detallada y un análisis biológico del esqueleto del Scelidosaurus, aún almacenado en el Museo de Historia Natural en Londres.
Un trabajo revelador
Los resultados publicados en Zoological Journal of the Linnean Society reconstruyeron cómo era la vida de este ejemplar. También revelaron que fue un ancestro primitivo de los anquilosaurios, esos tanques blindados del Período Cretácico Superior.
Los dinosaurios se clasifican mayormente como Saurisquios que son los llamados cadera de lagarto u Ornistiquios que son los conocidos como cadera de pájaro.
No obstante el trabajo de Norman y sus colaboradores, realizado en 2017 sentó las bases para reorganizar, redefinir y renombrar la forma en que se los cataloga. De hecho sugiere que los primeros ornistiquios aparecieron en el Jurásico Temprano, siendo Scelidosaurus uno de esos dinosaurios. Por lo tanto representa a una especie que apareció en el nacimiento evolutivo de los Ornistiquios.
El trabajo completado por Norman sobre el Scelidosaurius ya revelado muchas primicias. Por ejemplo que tenía cuernos en el borde posterior. Poseía huesos que no se habían conocido en ningún otro dinosaurio. Debido a la textura áspera de los huesos también tenía escudos córneos endurecidos, similares a los de las tortugas. A esto se suma que su piel anclaba una serie de púas y placas óseas en forma de tachuela.
Antiguamente se creía que pertenecía a los estegosaurios, pero Norman demostró que en realidad era un anquilosaurio. Es un análisis tardío, pero era mejor que se hiciese ahora, en lugar de no hacerse nunca. Nos habríamos perdido hechos realmente importantes.