Inteligencia naturalista

¿Te gusta pasar tiempo al aire libre? Hay personas naturalistas que poseen cierta tendencia a desarrollar sentimientos hacia la naturaleza, las plantas y los animales, y suelen mostrar interés por explorar el mundo vivo y natural a través de los sentidos.

Existe toda una teoría que la que, Howard Gardner, el ganador del premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2011, explica la inteligencia naturalista como una nueva forma de inteligencia.

 

 

En sus estudios sobre las inteligencias múltiples reconoce ocho tipos de inteligencia, a saber: inteligencia lingüística, inteligencia musical, inteligencia lógico-matemática, inteligencia espacial, inteligencia corporal-cinestésica, inteligencia interpersonal, la inteligencia intrapersonal, y la recientemente agregada inteligencia naturalista.

Inicialmente Howard había indicado siete inteligencias. Sin embargo, al pasar los años y tras sus constantes investigaciones, reconoció la existencia de un nuevo tipo de pensamiento que necesitaba ser reconocido como una inteligencia independiente y diferenciada de las demás.

 

¿Qué es la inteligencia naturalista?

Esta inteligencia viene de la capacidad que tenemos como seres humanos de aprender de nuestro entorno natural e interactuar con los elementos allí disponibles. A través de la interacción con el medio incrementamos nuestra comunicación con el entorno natural y entendimiento de la naturaleza.

El desarrollo la capacidad de adaptación e influencia en el hábitat significó el progreso de la evolución humana, según algunos expertos, ya que el desenvolvimiento de ciertas habilidades incurre en mayor facilidad para realizar conexiones y relaciones en la naturaleza.

El ser humano en su necesidad de mejorar la interacción con el medio, logró determinar su supervivencia en el entorno natural. Y actualmente continuamos estudiando el mundo que nos rodea para conocerlo mejor y aprender de él.

 

 

Las capacidades como la observación, la clasificación, el reconocimiento de procesos, formulación de hipótesis y aplicación del conocimiento, son reconocidas como aspectos del pensamiento científico que las personas naturalistas tienden a realizar con mayor agilidad.

Con frecuencia las personas que tienen desarrollada esta inteligencia tienen grandes oportunidades en carreras como biología, botánica, veterinaria, agronomía, zoología o paleontología. Es importante favorecer la investigación y la exploración científica, así como otras actividades que mantengan un contacto con la naturaleza.

 

Características de la inteligencia naturalista

A partir de este interés por lo natural y la vida, las personas naturalistas tienden a realizar con mayor facilidad actividades del pensamiento científico como clasificaciones, diferenciaciones o manipulaciones de la diversidad de elementos que componen la naturaleza.

Estos procesos cognitivos que tienen que ver con la implicación en la capacidad de percibir las relaciones estableciendo posibles semejanzas o diferencias favorece la realización de tareas como la identificación y clasificación de los elementos.

Algunas características de las personas con inteligencia naturalista son:

• Excelente memoria para recodar detalles de los elementos de la naturaleza o del entorno en términos generales.
• Sensibilidad hacia la naturaleza o cierta necesidad de estar en contacto con un ambiente natural.
• Experimentan habitualmente sensaciones de sorpresa, admiración o fascinación cuando se encuentran frente a un medio natural y sienten curiosidad o necesidad de explorar.
• Muestran preocupación por el medio ambiente y la conservación del medio natural, así como empatía por los animales y las plantas.

 

 

• Suelen tener buena capacidad para la identificación y clasificación de diferentes especies atendiendo a sus características. Algunos incluso muestran interés por actividades coleccionistas o inclinaciones hacia el aprendizaje de fenómenos naturales y los ciclos vitales.
• Interés por la observación, identificación, interacción del medio en el que se encuentran, lo cual les permite tener una mayor percepción y conciencia del entorno.
• Capacidad de adaptación a diferentes entornos o hábitats.

Howard Gardner nos propone una teoría en la necesitamos hacer uso de varios tipos de inteligencia e indica que cuantas más inteligencias una persona desarrolle en profundidad a lo largo de su vida, mayores serán sus oportunidades en sociedad.

 

Actividades

Algunas investigaciones acerca de la inteligencia naturalista muestran que vivir o haber crecido en un ambiente rural o cercano a la naturaleza influye positivamente en el desarrollo de este tipo de inteligencia.  Sin embargo, con la estimulación y ejercitación adecuada es posible su entrenamiento, ya que, como Gardner teorizó, las inteligencias no son estáticas y fijas.

 

 

A continuación, te mostramos una serie de actividades que puedes realizar para desarrollar la inteligencia naturalista:

• ¡De turista por mi ciudad!

Muchas veces no somos conscientes de aquello que se encuentra en nuestro entorno. Puedes explorar sitios naturales que existen cerca de donde vives como jardines botánicos, museos de historia natural, parques o centros naturales. Incluso, puedes investigar acerca de las características del lugar antes de visitarlo, así podrás tener algo de información y saber cuales pueden ser de tu interés.

• La bitácora

Realizar un registro de las observaciones y elaborar un diario de campo es otra de las actividades para desarrollar la inteligencia naturalista. Esta actividad mejora el proceso de observación, registro, deducción, inferencia y razonamiento científico. La bitácora es una libreta donde anotas los hechos importantes de un fenómeno, esta puede incluir fotos o dibujos.

• Mi colección científica

¿Has probado a ser coleccionista? Muchas personas lo consideran un gran entretenimiento. Recolectar, identificar y categorizar objetos del ambiente que nos rodea nos ayuda a tener gran conocimiento sobre un tema. Es una actividad excelente para el desarrollo del pensamiento naturalista basándose en sistemas de clasificación.

• Uno con la naturaleza

Cualquier práctica al aire libre puede crear el ambiente perfecto para que contemples la maravilla de la naturaleza. Encuentra una actividad que disfrutes hacer como leer, dibujar, ejercicios de relajación o algún deporte, y busca hacerla en un medio diferente al que acostumbras y que sea más natural.

 

 

 

También puedes probar disfrutar de las pequeñas sensaciones que produce la naturaleza. Simplemente poniendo atención con todos los sentidos podrás descubrir encantos que a veces pasamos por alto.

•  Guardianes

Otra actividad que desarrolla muchas capacidades de la inteligencia naturalista es cuidar de un ser vivo. Tener en el hogar plantas o animales de los cuales hacerse cargo, no solo aumenta el sentido de responsabilidad y puedes aprender mucho de otras especies, sino que además te hace un guardián de la vida.

• Científicos por diversión

La ciencia ha elaborado muchas teorías, pero la diversión está en la práctica. Investiga algún tema que te cause curiosidad y puedes ponerlo a prueba haciendo todo tipo de experimentos. Con esta actividad puedes volverte experto en un tema y revelar los misterios de la naturaleza a través de hechos comprobables.

Incentivar hacia la inteligencia naturalista es posible a través de experiencias pedagógicas siempre y cuando involucren los fenómenos naturales e interacción con la naturaleza.  

Estas dinámicas permiten relacionar el contenido con el mundo natural través de analogías, y posteriormente conlleva a la solución de problemas y el uso del conocimiento en la vida cotidiana.