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Tener un buen maestro: la increíble historia de Hellen Keller

 

Anne Sullivan es conocida como una de las mejores maestras del mundo tras trabajar con Hellen Keller, una niña muda, sorda y ciega, a la que consiguió enseñar a leer, escribir y hablar. Helen era una niña incapaz de comunicarse y nadie esperaba que fuera a tener ningún futuro. Con la ayuda de Anne Sullivan aprendió a escribir, leer y hablar, fue a la universidad y se convirtió en escritora y conferenciante.

Hellen Keller y su increible historia

La increíble historia de Hellen Keller:

Anne Sullivan nació en 1866 en una familia muy pobre. Se quedó ciega a los 5 años de edad, pero tras un par de operaciones recuperó la visión.

Perdió a los miembros de su familia paulatinamente y decidió dedicarse a ayudar a otros niños ciegos, graduándose con honores y aprendiendo el alfabeto manual.

Fue entonces cuando conoció a Hellen Keller, con la que trabajó intensamente para lograr que pudiera llegar a entender el entorno del que vivía totalmente aislada. Helen Keller se había quedado sorda y ciega de por vida tras sufrir una enfermedad a la edad de 19 meses. La niña era muy agresiva ya que no conocía otro modo de comunicación y Anne Sullivan tuvo que lidiar con este primer problema a través de la paciencia y la insistencia.

Después trató de enseñarle el lenguaje manual. El procedimiento era siempre el mismo: le ponía en contacto con un objeto y, seguidamente, deletreaba la palabra en su mano. Poco a poco Helen Keller empezó a entender este lenguaje y a sentirse motivada para aprender nuevas palabras. Su agresividad disminuyó y aprendió modales.

«Soy solo una persona. Pero aún soy una persona. No puedo hacer todo, pero puedo hacer algo. No voy a rehusar a hacer el «algo» que puedo hacer». – Helen Keller

Una vez conseguido este progreso, Anne Sullivan le enseñó a leer en Braille y también a leer los labios de las personas tocándoles con los dedos, lo que sirvió después para que aprendiera  a hablar. La niña tuvo que prestar mucha atención a las vibraciones que se producían en la garganta de su maestra cada vez que pronunciaba una palabra, para luego poder imitarlas y aprender a hablar.

Esta historia demuestra que, sin la ayuda de esta increíble maestra, Hellen Keller jamás podría haber aprendido a leer, escribir o hablar y habría pasado toda su vida siendo una persona sin capacidad para comunicarse.

Hellen no sólo consiguió desarrollar sus actitudes comunicativas, sino que llegó a estudiar, ir a la universidad y graduarse con honores, gracias a la ayuda de Anne, que interpretaba en sus manos lo que los profesores decían en clase. La alumna escribió un libro sobre su vida y, muchos años después se hizo una película sobre su historia, llamada ‘El milagro de Ana Sullivan’, que ganó un Óscar y en la que se puede ver cómo fue este aprendizaje y qué técnicas empleó la maestra.

Si queréis conocer más sobre este peculiar caso.