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¿Por qué se llama Baile en el Moulin de la Galette?

Baile en el Moulin de la Galette de Renoir

Baile en el Moulin de la Galette , es decir, Baile en el Molino de la Galleta, es el cuadro más famoso de Renoir y una de las Obras Maestras del Impresionismo, pero por mucho que nos fijemos ¡no se ven molinos ni galletas por ningún sitio!

Entonces… ¿Por qué se llama Baile en el Moulin de la Galette? Rápidamente saldrás de dudas.

Montmartre y los molinos de viento

Molino Blute Fin con su gran mirador

Montmartre es hoy en día un precioso barrio de París al que acuden al año millones de turistas. Se asienta sobre una colina en la que antiguamente había unos treinta molinos de viento que se usaban para muchas actividades, como por ejemplo, moler granos de trigo o pimienta. A finales del siglo XIX la mayoría de los molinos habían desaparecido, pero todavía quedaban un par de ellos conocidos como el Molino Radet y el Molino Blute- Fin, que pertenecían a la familia Debray.

Por aquel entonces, mientras París se convertía en una bella ciudad de amplias avenidas y modernos edificios, Montmartre seguía siendo una zona rural y humilde pero con mucho encanto. Los días festivos, muchos parisinos iban por allí a pasar una tarde de campo y a disfrutar de las hermosas vistas.

Vista de Montmartre (siglo XVIII)

La gran idea de los molineros

Un día, los Debray,  muy espabilados para los negocios,  tuvieron la idea de elaborar deliciosas galletas o panes con la harina de centeno que ellos mismos molían. Las vendían junto a un vaso de leche fresca a todo aquel que se acercaba a contemplar  París desde el fantástico mirador de uno de sus molinos.

Esta sencilla ocurrencia tuvo tanto éxito, que al cabo de un tiempo decidieron ampliar el negocio a lo grande y transformar el molino en un bar y sala de fiestas con jardines. A todo el recinto lo bautizaron  como Le Moulin de la Galette, es decir, El Molino de la Galleta.

Salón del Moulin de la Galette

El Moulin de la Galette se pone de moda

Rápidamente se convirtió en el lugar favorito de pintores, músicos, obreros, soldados, modistas… que acudían allí los domingos y festivos para divertirse. Había un Salón de Invierno para los días de frío, pero cuando el tiempo era soleado, las meriendas y fiestas se celebraban en el exterior, donde los jóvenes pasaban las horas en los jardines bailando al ritmo de la orquesta.

Entrada a Le Moulin de la Galette

Los bailes empezaban a las tres de la tarde y se alargaban hasta la medianoche. Al llegar la oscuridad el jolgorio continuaba gracias a la iluminación de las lámparas de gas, ya que todavía no existía la luz eléctrica en las ciudades.

Renoir no era el único al que le encantaba ir por allí. Durante años, muchos prestigiosos artistas (músicos, escritores…) vivieron en este animado barrio, frecuentaron el  Moulin de la Galette y lo plasmaron en sus obras. Entre sus compañeros de profesión, estaban Toulouse-Lautrec, Van Gogh, Pablo Picasso… ¡Lo mejorcito del mundo del arte de la época!

Rusiñol pintó los jardines del Moulin de la Galette en la tranquilidad del amanecer

¿Qué pintó Renoir en su obra Baile en el Moulin de la Galette?

Renoir representó en este cuadro  una de esas divertidas tardes de verano en los jardines del Moulin de la Galette. No se ven los molinos que dan origen al nombre del merendero porque sólo pintó una parte del jardín y en concreto, el momento del baile. Los molinos de madera originales estaba situados muy cerca de allí.

Detalle de Baile en el Moulin de la Galette de Renoir

¿Te parece que este cuadro inspira tristeza? ¿Aburrimiento? ¿Es un cuadro pesimista?…

¡Claro que no! Todo lo contrario. El gran Renoir trató de transmitir optimismo y alegría de vivir. Como se puede ver, la gente baila, charla animadamente y parece pasárselo muy bien. Viendo esta imagen podemos hacernos una idea de cómo se divertía en sus días libres la gente de su entorno; de hecho, varias personas que aparecen en él son buenos amigos suyos a los que quiso retratar.Para mostrar alegría, utilizó vivos colores.

También dio mucha importancia a la luz y a cómo se refleja en las personas y en los objetos. En vez de dibujar y perfilar las figuras, las creó a base de manchas para crear sensación de movimiento y luminosidad en la escena. Esto no es sólo característico de Renoir, sino de todos los artistas del Impresionismo. Los paisajes, la vida al aire libre, el color, la luz, los buenos momentos que ofrece la vida… fueron por lo general los temas preferidos de todos ellos.

Primer boceto de la obra

La obra terminada

¿Pintó el cuadro durante el baile?

Los pintores impresionistas solían pintar al natural en vez de encerrarse en su estudio. En el caso de esta obra, no está muy claro que Renoir la pintara directamente en el merendero del Moulin de la Galette. Existe un cuadro anterior muy parecido, más pequeño y menos acabado que seguramente sí pintó durante el baile y que luego llevó a su estudio y usó como modelo del segundo y definitivo cuadro que es el que todos conocemos. En las fotografías puedes comprobar que son muy similares aunque se aprecian diferencias entre ambos.

El Moulin de la Galette actualmente

El Moulin de la Galette cerró en 1915 y ya no existen los  antiguos molinos que llegaron a ser tan famosos. Si algún día tienes la oportunidad de pasear por París, en su lugar encontrarás un moderno restaurante bautizado con el viejo nombre Le Moulin de la Galette y un falso molino que nos recuerda un lugar y una época que sirvió de gran inspiración al arte y que forma parte de la historia reciente de París.

Por cierto… Hoy en día Montmartre es conocido también como El Barrio de los Pintores.

Pierre Auguste Renoir

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