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El extraño caso de La joven de la perla

Joven perla

La joven de la perla, que se encuentra en el Museo Mauritshuis de La Haya (Holanda), es una de las obras más famosas de la Historia del Arte Universal

Se trata de una pintura delicada y aparentemente sencilla que ejerce una atracción especial sobre todo el que la mira. Por eso, muchos la llaman La Mona Lisa holandesa.

En torno a este cuadro existe un pequeño pero interesante misterio que los expertos todavía no han resuelto definitivamente ¿Te imaginas qué puede ser? Si eres buen observador a lo mejor lo descubres y si no, yo te lo cuento.

Antes vamos a conocer algunos datos interesantes sobre quién fue el artista y le época en que vivió.

 

¿Quién pintó La joven de la perla?

Posible autorretrato de Vermeer

La joven de la perla es una obra de Johannes Vermeer. Este gran pintor nació en una ciudad de Holanda (Países Bajos) llamada Delft en 1632. Por esta razón, ha pasado a la historia como Vermeer de Delft.

 

¿Qué conocemos de su vida?

¡La verdad es que no demasiado! Se sabe que su padre era dueño de una posada en la que se ofrecía un plato de comida caliente y una cama para pasar la noche a los viajeros que llegaban a la ciudad.

Casa de Vermeer

El negocio estaba en el bajo de un edificio que daba a la plaza del mercado;  en las plantas superiores  vivía Johannes Vermeer con su familia.

El padre, para ganar un dinero extra, vendía cuadros de diferentes artistas que exponía en su posada. Es muy probable que el joven Vermeer, que creció rodeado de arte, descubriera que quería ser pintor observando detenidamente todas esas obras.

No se sabe quién fue su maestro ni en qué taller aprendió, pero a los 21 años obtuvo el título de maestro de la pintura. Esto significa que durante los años anteriores tuvo que recibir clases y practicar muchísimas horas frente a un lienzo. A esa edad también se casó con Catharina, una muchacha de familia rica con la que tuvo quince hijos de los que sobrevivieron once.

 

El trabajo de Vermeer

Seguramente a Vermeer le habría encantado vivir de la pintura pero necesitaba ganar bastante dinero para mantener a su numerosa familia y buscó un trabajo más estable. Por suerte lo encontró y durante toda su vida se dedicó a  vender antigüedades y obras de otros artistas, es decir, fue comerciante de arte.

A pesar de ello le apasionaba pintar y nunca dejó de hacerlo. Realizó algo más de cuarenta cuadros de los que solo se conservan treinta y uno.

Entre que tenía poco tiempo libre y que dedicaba mucho tiempo a cada obra, realizaba una media de dos cuadros al año. Si conseguía vender alguno le pagaban muy poco. Desgraciadamente, murió arruinado y agobiado por las deudas a la edad de 43 años.

 

¿Cómo era la vida en Delft en tiempos de Vermeer?

Vista de Delft – Vermeer

Delft era una localidad pequeña de unos 25.000 habitantes que en el siglo XVII llegó a alcanzar una gran prosperidad  ¿Sabes por qué?

Resulta que a principios de siglo surgió una moda que causó furor: comprar porcelana china. La gente adinerada se volvía loca por tenerla debido a su exquisita calidad y belleza, hasta el punto de que hubo  familias que llegaron a atesorar grandes colecciones de objetos venidos de Oriente.

Solo había un problemilla… ¡era carísima! Incluso para los más ricos los precios eran muchas veces prohibitivos. Pero como no hay mal que por bien no venga, los alfareros holandeses, muy avispados, se percataron de que tenían ante ellos una oportunidad de oro para poder sacar una buena tajada del asunto.

¿Qué hicieron? ¡Muy fácil! Decidieron fabricar su propia cerámica al estilo chino. No sería tan delicada ni de tanta calidad,  pero sí igualmente hermosa y bastante más barata ¡Estaban seguros de que a los ricachones les iba a entusiasmar y los menos ricos también podrían comprarla!

Se pusieron manos a la obra y empezaron a crear todo tipo de objetos como vajillas, jarrones o azulejos para recubrir las paredes de los hogares.

Jarrón y azulejos fabricados en Delft

¡La jugada salió perfecta! En poco tiempo, estas piezas pintadas a mano en azul sobre fondo blanco alcanzaron mucha fama no solo en todo el país sino a nivel internacional.

En este ambiente vivió Vermeer, quien contempló con sus propios ojos cómo la ciudad crecía, se llenaba de fábricas de cerámica que daban trabajo a mucha gente y sus habitantes conocían una época de esplendor económico y social.

La vida artística en Delft

Por aquella época en Los Países Bajos, y a diferencia de otros países europeos, una gran parte de los compradores de arte pertenecían a la burguesía, es decir, solían ser personas que tenían una buena posición económica (comerciantes, mercaderes…) que disfrutaban colgando los cuadros en las habitaciones de su hogar.

Interior de la Oude Kerk de Delft

Por eso los pintores no realizaban enormes cuadros de temas religiosos o mitológicos, sino paisajes, retratos, bodegones, y la llamada pintura de género: escenas realistas que reflejan la vida diaria dentro de las casas, el trabajo de los campesinos, las fiestas populares, las calles, los mercados… Cuadros de tamaño pequeño y temas amables, perfectos para decorar las casas.

Un patio holandés – Pieter de Hooch

Conclusión: en Delft había dinero y la gente disfrutaba comprando obras de arte. Esto ayudó a que la ciudad se convirtiera en un importante centro artístico donde se concentraron algunos de los mejores pintores de género de la época.

Vermeer fue uno de ellos, y aunque durante varios siglos no fue tenido muy en cuenta, hoy en día está considerado el más importante de todos.

 

¿Qué hace tan especial la obra de Vermeer?

El Astrónomo – Vermeer

Como ya sabes Vermeer pintaba un par de cuadros al año, pocos en comparación con otros pintores. Se especializó en cuadros pequeños que reflejan interiores domésticos con un único personaje (o como mucho dos o tres), casi siempre una mujer.

La Lechera – Vermeer

Las figuras aparecen en actitudes tranquilas, relajadas y pensativas, mientras realizan actividades sencillas como leer, conversar, estudiar o tocar un instrumento. Vermeer no pretende contarnos grandes hazañas ni sucesos históricos, sino tan solo reflejar un momento íntimo de la vida cotidiana.

 

Dama escribiendo una carta con su sirvienta – Vermeer

Echa un vistazo a los cuadros El astrónomo, La lechera o Dama escribiendo una carta con su sirvienta ¿Te has dado cuenta de que hay algo que se repite en todos? ¡Aquí tienes otro más!

Muchacha leyendo una carta – Vermeer

En ellos no hay iluminación artificial de candiles o velas, sino luz natural que entra por una ventana que SIEMPRE está a la izquierda de los personajes.

Esto nos indica que Vermeer pintó muchos de sus cuadros en el mismo lugar: su estudio de pintura. Lo que hacía era recrear una escena que luego trasladaba al lienzo. Para eso amueblaba y adornaba la habitación con diferentes objetos como mesas, cuadros, mapas, cortinajes… y después daba indicaciones a las modelos de cómo tenían como tenían que posar.

Aunque lógicamente a la hora de pintar hacía algunos cambios, como por ejemplo los marcos de las ventanas o las vidrieras ¡la habitación parece siempre la misma!

Mujer con aguamanil – Vermeer

Vermeer está considerado un maestro de la luz y sus cuadros tienen una atmósfera especial ¡Da la sensación de que hasta el silencio se puede tocar!

Se cree que Vermeer consiguió crear esa luz  tan mágica gracias, en parte, al uso de un artefacto óptico antecesor de las cámaras fotográficas llamado cámara oscura. Pero eso, es otra historia.

 

La joven de la perla

Vermeer pintó La joven de la perla en torno al año 1665 y es su obra más famosa en todo el mundo. También es un cuadro sencillo e íntimo pero distinto a los anteriores, porque la chica está retratada muy de cerca, no sabemos dónde se encuentra y no tiene objetos a su alrededor.

Joven perla

La muchacha, que lleva el cabello recogido en un turbante, está iluminada sobre un fondo oscuro y mira al espectador a los ojos. Muévete hacia derecha, izquierda, arriba y abajo ¿A que parece que te sigue con su inocente mirada?

Oreja izquierda

Destaca la perla que luce en la oreja izquierda. Tiene forma de esfera o semiesfera, pero si te acercas verás que está hecha con solo un par de pinceladas de color blanco ¡Magistral!

¿Quién es esta muchacha?  ¿Su hija? ¿Una sirvienta?… ¡Nadie lo sabe!

 

El extraño caso de La Joven de la perla

En los últimos años ha surgido una polémica en torno a este maravilloso cuadro ¿Y si la famosa perla que da título al cuadro no es una perla? Obsérvala bien y saca tus propias conclusiones.

Cara joven perla

¿Ya no lo tienes tan claro?  No te preocupes porque esto mismo le pasó al astrónomo y pintor holandés Vincent Icke hace unos años. Para aclarar sus dudas, decidió realizar un estudio científico sobre el tema y en 2014 llegó a la conclusión de que… ¡se trata de un pendiente de metal!

 

¿Por qué no es una perla?

Según el estudio, por varias razones. Por una parte el tamaño es demasiado grande para ser una perla natural. Por otra, el aspecto de la chica es de mujer sencilla y no de la alta sociedad, por lo que es difícil que llevara puesta una joya tan cara y poco común.

Además, el color no se parece para nada al del nácar de una perla y el brillo que produce parece más bien un reflejo metálico, como de espejo.

Perla natural

¡No puede ser una perla! Lo más probable es que se trate de una chapa esférica de un metal pulido, como plata o estaño.

Ahora ya solo falta que todos los expertos admitan esta teoría y quizá algún día le cambien el nombre por otro que se ajuste más a la realidad.

 

Pero entonces ¿por qué se llama así?

¡La explicación es más sencilla de lo que parece!

El nombre de este cuadro ha ido cambiando a lo largo del tiempo. En la época en que se pintó estaba registrado con el nombre Un retrato al estilo turco por el turbante que lleva en la cabeza. Seguramente fue el título que le puso el propio pintor.

Años después empezó a ser conocido como Joven con turbante o Cabeza de joven. El nombre La joven de la perla es mucho más reciente, ya que empezó a utilizarse en 1995 cuando en un importante catálogo sobre la obra de Vermeer lo bautizaron de esa manera y así se ha quedado hasta hoy.

¡Cosas del mundo del arte!

 

Un poco más sobre La joven de la perla

Si quieres ampliar tus conocimientos sobre esta obra, aquí tienes un pequeño pero interesante vídeo ¡Espero que te guste!

 

Autorretrato vermeer 2

 

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