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El Grito más famoso de la Historia del Arte

el Grito

El Grito de Edvard Munch es uno de los cuadros más conocidos que existen en todo el mundo y se ha convertido en un icono de nuestro tiempo, es decir, en una obra representativa de la sociedad y la cultura contemporánea.

La imagen es atractiva, impactante, misteriosa. Cuando la tenemos enfrente atrapa tanto nuestra mirada que nos cuesta apartar la vista de ella.

A continuación podrás conocer algunas curiosidades sobre el grito más famoso de la Historia del Arte ¿Te apetece? ¡Pues vamos allá!

¡Sorpresa!

Lo primero que debes saber es que El Grito no es un cuadro sino que ¡son cuatro!

Munch realizó cuatro versiones diferentes del mismo tema, o lo que es lo mismo, pintó cuatro cuadros muy parecidos con el mismo título. El primero, el original, es el más famoso de todos y al que solemos referirnos cuando hablamos de El Grito. Fue pintado en 1893.

Galería

¿Quién fue el pintor Edvard Munch?

Munch está considerado el pintor más importante de Noruega. En este país nació en 1863, así que cuando realizó El Grito tenía 29 años.

Autorretrato con 31 años

Tuvo una infancia bastante desgraciada. Siendo un niño perdió a su madre y a su hermana por una enfermedad llamada tuberculosis. Su padre fue un hombre severo y muy exigente que no le ponía las cosas fáciles.

Todo esto unido a que padecía un trastorno mental, hizo que al llegar a la edad adulta se convirtiera en un hombre traumatizado y pesimista que veía el mundo de una manera triste y desoladora.

Estos sentimientos los reflejó a lo largo de su vida en todos sus cuadros.

¿Qué sentimos al ver El Grito?

Tómate unos segundos para observar el cuadro con atención y pensar qué es lo que se ve, qué es lo que refleja y qué sensación te transmite.

El Grito-1893-Galería Nacional de Oslo

Sí, lo que tienes ante tus ojos se reconoce bastante bien: una figura humana con cara de espanto que está en un puente.

Parece que es casi de noche y sabemos que lo que hay debajo es agua porque al fondo se ven dos pequeños barcos. Al final de la pasarela, a lo lejos, se aprecian también las siluetas de dos personas paseando.

Ahora bien ¿Crees que Munch se sentó frente a un paisaje durante un bello atardecer para plasmar la naturaleza? ¿Te parece que quería pintar con mucho detalle algo que estaba mirando? ¡Claro que no!

Como sabes, muchos pintores a través de su talento y sus pinceles, intentan que la imagen sea lo más parecida posible a la realidad. Esta pintura, en cambio, no representa una escena real, no pretende ser como una fotografía. Lo que nos quiere mostrar es un sentimiento, es decir, que el espectador que mire el cuadro entienda que el personaje siente miedo y angustia.

¿Qué hizo el artista para conseguirlo? Pues pintó un paisaje de fondo hecho con líneas retorcidas de colores intensos y una figura deforme que no se sabe si es hombre o mujer, pero que vemos que grita horrorizada.

Detalle de El Grito

Por mucho que miremos el cuadro no sabemos cómo es en realidad la cara del personaje central, ni cómo es su ropa, ni las cosas que le rodean, porque nada de eso se distingue. Lo que sí comprendemos es que esa criatura siente miedo, soledad, angustia… y que por alguna razón, no se siente feliz y sólo quiere chillar.

El Grito detalle

Edvard Munch estaba muy triste, agobiado, y quiso contárselo al espectador a través de un cuadro que expresara esos sentimientos que él mismo tenía.

A este tipo de pintura que transmite las emociones más profundas del artista se la conoce como pintura expresionista y Munch fue de los artistas pioneros de esta corriente artística.

¿En qué se inspiró Munch?

¿Cómo se le ocurrió a Munch pintar una figura deforme que se tapa los oídos? Pues parece ser que cuatro años antes estuvo en la Exposición Universal de París de 1889 (sí, la misma Expo en que se dio a conocer la increíble Torre Eiffel) y allí vio una antiquísima momia encontrada en Perú. Por lo visto le impactó tanto que se inspiró en ella para el personaje de su cuadro.

Ciertamente el parecido es bastante grande ¿no te parece?

Momia de Perú

¡Cuidado con los ladrones!

Como te he contado antes hay cuatro versiones diferentes de este cuadro y cualquiera de las cuatro tiene un valor incalculable. Tres están en museos y la cuarta pertenece a un coleccionista particular que en el año 2012 pagó por ella en una subasta ¡91 millones de euros!

Los museos, como sabes, disponen de fuertes medidas de seguridad, pero esto no fue un impedimento para que en los últimos años se colaran sigilosamente unos ladrones que consiguieron robar dos de las versiones. Por suerte la policía hizo un gran trabajo y consiguió recuperarlas y devolverlas al lugar donde estaban.

Quiero verlo en directo

¿No te importa pasar un poco de frío, adoras la naturaleza y eres un fanático del salmón ahumado? Pues si alguna vez tienes la oportunidad, pon rumbo al norte de Europa, concretamente a Oslo, capital de Noruega. Conocerás este fantástico paraíso natural y de paso podrás acercarte a ver El Grito en la Galería Nacional.

Galería y Museo de Oslo

Si te sabe a poco, siempre puedes ir al Museo Munch, donde están los otros dos junto a muchas pinturas, dibujos y grabados de este gran artista escandinavo.

Edvard Munch

Edvard-Munch