¿Para qué servía el impresionante acueducto de Segovia?
Una de las obras construidas durante la época del Imperio romano que afortunadamente todavía podemos admirar hoy en día, es el famosísimo acueducto de Segovia, en España.
¡Por supuesto que los romanos construyeron muchos otros! pero éste es uno de los más impresionantes y mejor conservados que existen de esa época gloriosa de la Antigüedad.
¿Alguna vez se te ha ocurrido pensar por qué razón los romanos se fueron hasta España para levantar un acueducto tan grande? Y además… ¿Sabes para qué servía y cómo se construyó?
Para entenderlo es necesario subirse a la nave del tiempo y viajar al pasado unos cuantos años.
Será muy interesante ¿Te apuntas?
El poderoso Imperio romano
¡Los romanos no podían estarse quietos! Durante varios siglos fueron de un lado a otro conquistando grandes territorios en Asia, África y Europa hasta que en el siglo I a. C. Roma logró convertirse en un inmenso imperio.
Fíjate bien en la zona coloreada en rosa del mapa ¡Todo esa parte del mundo pertenecía al Imperio romano!
El jefe supremo, el que tenía todo el poder en sus manos, era el emperador. El primero en subir al trono imperial fue César Augusto en el año 27 a.C.
La romanización
Los dominios del emperador eran tan grandes que para gobernarlos fue necesario tenerlo todo muy bien controlado. Por eso, desde el momento en que los romanos invadían un territorio, comenzaba lo que se conoce como romanización, es decir, impusieron su manera de gobernar, sus leyes, su cultura y muchas de sus costumbres, a los pueblos invadidos.
¡Los romanos entran en Hispania!
Sí, así fue. Uno de los muchos territorios conquistados por Roma fue Hispania, que es como se llamaba en esa época a la península ibérica, hoy formada por España y Portugal.
Los valientes e intrépidos romanos, que de tontos no tenían ni un pelo, descubrieron que en Hispania había fantásticos productos como el vino o el aceite, y tanta cantidad de oro que los ojos les hicieron chiribitas y no dudaron en hacerse con el control de todas esas riquezas.
Desde el año 209 a. C. sus ejércitos fueron colándose por la península ibérica hasta que se adueñaron de ella y pasó a formar parte del vasto Imperio romano.
¡A partir de ahora, mandamos nosotros!
En Hispania vivían, según la zona, diferentes pueblos indígenas, como los íberos, los astures, los vascos o los celtas, con costumbres e idiomas muy distintos entre sí.
Los romanos, al igual que hicieron en el resto de sus dominios, anularon gran parte de su estilo de vida y fueron imponiendo nuevas normas.
Una de las más importantes fue el latín, que era el idioma que ellos hablaban y del que derivó el idioma que ahora hablas tú y con el que yo te estoy contado esto: el español. También establecieron sus propias leyes, el culto a sus dioses, la moneda, la forma de vestir…
La sociedad romana era mucho más avanzada a nivel social, político y cultural que las tribus que había en la península. Los nuevos habitantes introdujeron muchos adelantos de la técnica y lo que mejor sabían hacer: las grandes obras públicas, pues eran auténticos expertos en ingeniería y construcción.
En Hispania construyeron murallas, puentes, termas (baños públicos), teatros, templos, acueductos…
…Y una enorme red de calzadas (carreteras) para comunicar las ciudades y de paso facilitar que los ejércitos de movieran de forma más cómoda y rápida de un lugar a otro ¡A prácticos no les ganaba nadie!
Cambiaron el aspecto de las ciudades adaptándolas a su estilo de vida, mucho más sofisticado que el de los antiguos pueblos peninsulares, y las llenaron de monumentos. También fundaron otras nuevas, como Hispalis (Sevilla), Augusta Emérita (Mérida) o Tarraco (Tarragona).
Los romanos en Segovia
¡Pero vayamos al grano! Si eres un lector sagaz ya habrás deducido por qué un enorme acueducto romano atraviesa la hermosa ciudad de Segovia, situada en el centro de Hispania.
La Segovia de entonces era una población muy pequeña, pero cuando los romanos pasaron por allí, levantaron en ese lugar una nueva ciudad a la que dotaron de importantes servicios. El más espectacular, fue el famosísimo acueducto.
¿Qué es un acueducto?
Como te he contado antes los romanos eran ante todo muy prácticos, y cuando se topaban con un problema, enseguida estudiaban una solución ingeniosa que les sacara del apuro.
Un acueducto es, ni más ni menos, la increíble construcción que se les ocurrió para llevar agua a las ciudades a través de un canal.
¿Cuándo se construyó el acueducto de Segovia?
No está muy clara la fecha, pero todo apunta a que fue hacia finales del siglo I d.C o más probablemente a principios del siglo II d.C. en tiempos del emperador Trajano. Se calcula que se tardaron unos veinte años en acabarlo.
¿Por qué se construyó un acueducto en Segovia?
Los habitantes de Segovia necesitaban agua para abastecer su ciudad. Había un estupendo río a las afueras, el llamado río Frío, pero claro… ¡Estaba a 17 kilómetros! Sin camiones ni coches como hay hoy en día, no era plan ir a buscarla con calderos ¿No te parece?
Solución: los romanos diseñaron y construyeron un fabuloso acueducto desde el río a la ciudad. Por cierto, aunque ahora tiene dos mil años de antigüedad ¡funcionó perfectamente hasta mitad del siglo XX!
¿Cuál es el recorrido del acueducto de Segovia?
Cuando pensamos en el acueducto de Segovia, a todos nos viene a la mente esta imagen:
¿Acaso pensabas que eso era todo? ¡Qué va! Esta es solo una pequeña parte. El acueducto inicia su recorrido muchos kilómetros antes, junto al río Frío, así que tiene una longitud de ¡17 kilómetros!
Lógicamente, lo primero que tuvieron que hacer los romanos fue crear una presa para recoger y encauzar el agua del río. Esta presa recibe el nombre de azud.
A partir de ahí, construyeron un canal para llevar el agua hasta la población.
El agua discurría por él sin descanso, en algunas zonas a cielo abierto y en otras por una tubería subterránea.
Fíjate si eran listos estos romanos que en varios puntos del camino construyeron una especie de depuradoras o depósitos donde el agua perdía velocidad para que las hojas y la arena se depositaran en el fondo y continuara mucho más limpia y sin obstruir el canal.
Tras este primer tramo llega el segundo, donde el canal continúa su camino sobre un sistema de arcos para salvar los desniveles del terreno.
Si te fijas, primero construyeron arcos pequeños que poco a poco se van haciendo más grandes para adaptarse al suelo en pendiente.
Pero a medida que la arquería avanzaba, se toparon con un valle fluvial muy profundo que producía un gran desnivel. El agua tenía que seguir su curso sin contratiempos y lo solventaron con una genialidad: levantando un sistema de arcos dobles, como puedes ver claramente en el esquema más abajo. Esta es la parte más conocida del acueducto por ser la más grandiosa y espectacular.
Una vez superado el valle, vuelve a convertirse en arquería simple y va reduciendo su tamaño hasta que se esconde de nuevo bajo tierra y llega al punto final: la gran cisterna donde se almacenaba el agua para luego salir desde allí por tuberías a distintos puntos de la ciudad: fuentes, termas… ¡Agua a borbotones para todos los ciudadanos!
Curiosidades sobre los arcos del acueducto de Segovia
La arquería del acueducto de Segovia tiene un kilómetro. La componen 167 arcos de los cuales 44 están sobre otros 44 formando el tramo de arcos dobles. Aquí es donde el acueducto alcanza su altura máxima: 28 metros que equivalen a ¡un edificio de diez pisos!
Resulta asombroso saber que se construyó poniendo unos bloques de piedra sobre otros sin utilizar argamasa o cemento, es decir, sin ningún tipo de pegamento ¡Solo están sujetos por la fuerza que ejercen entre ellos!
Teniendo en cuenta que algunos de estos bloques de granito pesan hasta 2.500 kilos y se usaron 20.400, es increíble que no se venga abajo.
Llevar los bloques a su lugar definitivo supuso muchísimo esfuerzo. Primero hicieron rampas en el suelo; después, trasladaron cada una de las piedras sobre rodillos de madera tirados por hombres o por animales de tiro.
Ya en el lugar de la obra los canteros las tallaban y una vez listas se subían mediante un sistema de poleas utilizando unas enormes tenazas de metal.
Si te fijas en la fotografía superior del acueducto, las piedras tienen agujeros en dos de sus lados.
Estos agujeros los realizaban los canteros para que las puntas de las tenazas se engancharan bien y no hubiera peligro de que se cayeran. Inteligente decisión ¿verdad?
En cuanto a los arcos, se construyeron gracias a unos armazones de madera semicirculares sostenidos por andamios llamados cimbras. Sobre ellos se colocaban una a una las piedras y cuando comprobaban que los bloques de piedra se sujetaban por sí solos, los retiraban.
¿Quieres saber más cosas?
Como has podido comprobar los romanos no solo construyeron el famosísimo Coliseo. Levantaron magníficas construcciones a lo largo y ancho de todo el imperio y el acueducto de Segovia es una muestra de sus avanzados conocimientos a nivel constructivo y estético.
¿Te apetece conocer los secretos y curiosidades de otras grandes Obras de Arte en El Arte en tu mochila? Pincha aquí
¿Qué diferencias existen entre la caligrafía y la reeducación gráfica?
En este artículo queremos dar respuesta a los interrogantes que formulan muchos padres y maestros, cuando abordan el concepto de Reeducación Gráfica. Lo primero que piensan es que equivale a caligrafía.
En realidad, aparentemente, la reeducación gráfica puede llegar a confundirse con ejercitar la caligrafía, la que todos conocemos, entre otras cosas, mediante los cuadernos Rubio, ya que el modus operandi es la práctica de la escritura a fin de mejorar y perfeccionar la ejecución de esa escritura.
Teniendo en cuenta la definición de caligrafía, podemos observar que se trata de “el arte de escribir las letras de manera bella y correcta”, y también “caligrafía es el conjunto de rasgos que caracterizan la forma de escribir de una persona”, como sucede cuando afirmamos: “La caligrafía de Juan es de espanto”.
La palabra, como tal, proviene del griego calligraphía, que se compone de kállos, que traduce por ‘hermoso’, y gráfein, que significa ‘escritura’. La caligrafía, en este sentido, puede entenderse como una técnica estrictamente manual, que consiste en el dibujo de los distintos signos gráficos correspondientes a las letras del alfabeto.
Hechos
Cuando un niño no sabe leer, el mundo educativo se pone en alerta para que ese niño aprenda a hacerlo, ya en el colegio, o ya en casa…
Ahora bien, cuando ese mismo niño no escribe bien, se piensa que ya aprenderá con el paso del tiempo. Solo cuando realmente no haya nadie que entienda sus escritos, sus exámenes, cuadernos, notas…., entonces es cuando se le manda al niño a practicar ejercicios de caligrafía.
Por supuesto que apoyamos la lectura, no faltaría más, ya que es uno de los pilares -junto a la escritura- del sistema educativo. Son ambas las fuentes primordiales de todo conocimiento. Peroooooooooooooooooo… cuando a un niño se le pone a hacer caligrafía, no se tiene en cuenta qué factores son los que determinan que la letra de esa persona sea o no legible.
Motivos
Las causas por las que una letra no resulte legible pueden ser variadas. Si descartamos problemas neurológicos, que por supuesto afectan a la grafía, siempre tenemos que considerar la posibilidad de que el origen de la ilegibilidad responda a distintos factores, entre ellos:
a) Posturales y/o de motricidad fina:
- La incorrecta postura de la mano, sobre todo en los zurdos
- La forma errónea de sujetar el bolígrafo, pinza o laxitud muscular…
- Movimientos escriturales hechos con los dedos o con brazo/ hombro.
b) Forma de actuar del niño/adolescentes
Teniendo en cuenta este segundo motivo, los grafólogos vemos con rapidez qué factores de la conducta de la persona se reflejan en la escritura. Pero no solo los grafólogos, puesto que cualquier docente o padre sabe que si su alumno o su hijo es desorganizado en el día a día, esta actitud va a estar reflejada en su escritura. Como elementos de una escritura desorganizada pueden señalarse:
- El tamaño de las letras es desigual (una misma letra con distinto tamaño)
- Los renglones suben y bajan.
- La inclinación de la letras oscila (van hacia la derecha o hacia la izquierda…)
- No guardan los márgenes.
- Las letras se mezclan unas con otras.
- Hay muchas letras que no pueden identificarse a simple vista.
- En muchos casos, las letras se ejecutan en orden distinto al natural.
Diferencias sustanciales entre la caligrafía y la reeducación gráfica
1ª diferencia
Cuando un alumno, tenga la edad que tenga, empieza practicar caligrafía, no se suelen tener en cuenta los motivos del porqué su letra no es legible. Puede ser porque se cansa, o bien porque no le gusta escribir.
Sin embargo, al abordar la reeducación grafica siempre se empieza por corregir todos y cada uno de los motivos causantes, bien motores, bien de motricidad fina, que el alumno necesite corregir, pues de otra manera nunca escribirá de forma ágil y, lo que es más importante, sin cansancio muscular.
2ª diferencia
Es muy frecuente que cuando un alumno practica caligrafía se aburra y desista de su propósito, porque no llega a conseguir mejorar su expresión grafica tanto como le gustaría. No obstante, en algunos casos mejora algo la letra, pero en la gran mayoría no ocurre, y eso lo saben perfectamente muchas madres que atiborran de caligrafía a sus hijos sin ningún resultado. Además, podemos dar fe de ello, porque la gran mayoría de personas que pasa por nuestro gabinete a causa de su disgrafía, sean niños o adultos, han hecho previamente, en algún momento de su vida, prácticas de caligrafía, por lo cual suelen venir con un talante algo pesimista.
Cuando se hace reeducación gráfica, se van corrigiendo algunos de los trazos de los 12 movimientos que constituyen las letras de nuestro alfabeto y, por lo tanto, conforman la escritura. Esta técnica gráfica es sencilla y fácil de realizar. Consiste en interiorizar cada uno de los trazos que estén mal en la letra, hasta que éstos se realicen en la escritura de forma espontánea.
3ª diferencia
Básicamente, la diferencia es que la caligrafía, en algunos casos, puede ayudar a mejorar algo la letra, pero no corrige las posturas motoras ni desarrolla la motricidad fina.
La reeducación gráfica, en cambio, sí corrige las posturas motoras y desarrolla la motricidad fina, lo que favorece que se escriba de forma más ágil y sin problemas de tensiones musculares. Ambos aspectos son muy importantes en los niños y adolescentes.
Por otro lado, y lo más importante, con la reeducación gráfica, además de las correcciones escriturales que se transformen en permanentes, también mejora lo relativo a organización mental, atención, orden, presentación adecuada de exámenes, autoestima… Todo ello repercute, como es natural y deseable, en el rendimiento escolar y educativo.
Procesos perceptivos de la lectura
Los procesos perceptivos de la lectura son la primera fase de todo el proceso lector. En una entrada anterior, expliqué que la lectura no es una acción única, sino que leer es un mecanismo complejo que implica una serie de procesos diferentes encadenados.
En esta entrada te voy a explicar en qué consisten los procesos perceptivos de la lectura, cuáles son las dificultades más frecuentes que suelen suelen presentar los niños y niñas en estos procesos, y algunas orientaciones para su recuperación. (más…)
Beneficios de leer antes de dormir
El ritual de las noches es similar en todas las casas: cena, lavarse los dientes, pijama y a la cama. Sin embargo es conveniente tratar de hacer un hueco en esa rutina para leer un libro infantil o un cuento para dormir.
Beneficios de la lectura para los niños
Potencia la imaginación: La imaginación es muy importante en el desarrollo psicológico y aprendizaje del niño. Además, a la vez que potenciamos la imaginación ayudamos a desarrollar la creatividad, habilidad que, entre otras cosas, nos ayuda a solucionar problemas de forma efectiva.
Potencia la memoria y la capacidad de razonamiento: A través de la lectura de cuentos aprenderán nuevas palabras y estimulará su habilidad lógica, ya que empezarán a ordenar hechos y consecuencias gracias a las historias y sus desenlaces.
Además, si después de la lectura hacemos preguntas trabajaremos su capacidad de comprensión.
Crea un hábito de lectura: Si leemos cuentos a los niños de forma rutinaria desarrollarán las ganas, entusiasmo y curiosidad por empezar a leer ellos mismos. Así, esta rutina podrá mantenerse a lo largo de los años y lo acompañará en su crecimiento e independencia.
Mejoran la concentración: Si los padres, además de leer, representan el cuento (cambios de en el tono de voz con los personajes, risas, llantos, onomatopeyas) mantendrán la atención de los niños de forma fácil y les ayudará a mejorar su capacidad de atención concentración.
Mejoran su capacidad del lenguaje: leer y representar cuentos a los niños sigue siendo una forma de comunicación verbal, de la que aprenderán la pronunciación, nuevas palabras y sonidos.
Transmiten valores positivos: los cuentos pueden ser una fuente de valores a través de las experiencias de los personajes y sus moralejas.
Preparación mental para el sueño: Con la rutina de la lectura, ellos entenderán ese momento como el del fin del día, el del descanso y empezar a relajarse.
Además, los cuentos con finales felices le ayudarán a conciliar el sueño más fácilmente.
Elegir un cuento para dormir
Para alcanzar estos beneficios es determinante elegir una historia adecuada a la edad del niño. Así conseguiremos no asustarles o aburrirles con conceptos demasiado complicados para ellos o demasiado simples. En Mundo Primaria podemos ayudarte en esta tarea desde la sección de Cuentos cortos.
La importancia de la lectura para los padres
No podemos ignorar que leer cuentos antes de irse a la cama también tiene beneficios para los papás y mamás narradores.
- El rato de lectura se convertirá en un momento de tranquilidad y mayor intimidad con tus hijos.
- Los más mayores también podemos aprender nuevos valores y conceptos positivos que desconocíamos.
- Mejora nuestra creatividad: cambiar un final o reinventar una historia será cada vez más sencillo gracias a la imaginación de los papás.
No olvides dedicar este pequeño pero importante rato para pasar con tus hijos. Olvida el móvil y otras distracciones que nos roban concentración y tranquilidad y disfruta con tus hijos de la lectura y de su compañía.
Contar un cuento no supondrá más de media hora y a cambio conseguiremos unos niños más felices.