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¿Qué serpiente recorre cada año la pirámide de Kukulkán?

Pirámide Maya de Kukulkán

La increíble pirámide de Kukulkán es uno de los legados más importantes que nos dejó la civilización maya y una de las obras arquitectónicas más famosas del planeta.

Cada año, millones de turistas se arremolinan junto a ella para admirar su belleza y conocer su historia, pero hay dos días, sólo dos, en que la expectación es máxima porque en la pirámide ocurre un misterioso suceso que deja a todo el mundo boquiabierto.

¿Estás intrigado y te apetece saber de qué se trata? No te preocupes, enseguida lo descubrirás. Antes, te invito a conocer algunos detalles sobre esta legendaria estructura y la civilización que la construyó.

 

¿En qué lugar del mundo está la pirámide de Kukulkán?

 

Globo terráqueo

Mira el mapa del globo terráqueo. La parte destacada en verde es la zona de Mesoamérica, que es como se llama a la región en la que vivieron y se desarrollaron durante siglos importantes civilizaciones, como la Olmeca, la Tolteca, la Azteca  o la Maya, antes del descubrimiento de América en 1492.

A estos pueblos se les conoce generalmente como prehispánicos o precolombinos, haciendo referencia a que existían mucho antes de la llegada de Cristóbal Colón.

Mapa ampliado

En el mapa ampliado, al norte de la península del Yucatán, verás una ciudad llamada Chichén Itzá. Ahí se encuentra la pirámide de Kukulkán, así que si quieres visitarla, tendrás que poner rumbo a… ¡México!

En 2007 se organizó un concurso para designar las siete maravillas del mundo moderno. Chichén Itzá resultó una de las elegidas,  así que ostenta este honor  junto a otras grandes obras como el Coliseo de Roma, el Cristo del Corcovado  en Río de Janeiro o el Taj Mahal en Agra (India).

 

La ciudad de Chichén Itzá

La civilización maya estaba formada por diferentes tribus que, aunque tenían muchas cosas en común, hablaban diferentes dialectos y tenían sus propias costumbres.

Chichén Itzá, en concreto, fue fundada en el siglo V d. C. por la tribu maya de los itzáes, quienes la convirtieron en la ciudad más importante en muchísimos kilómetros a la redonda.

A finales del siglo X, la ciudad fue invadida por los toltecas, otro pueblo de Mesoamérica. Unos y otros convivieron en Chichén Itzá  e hicieron de ella  una ciudad poderosa y muy próspera a nivel político, religioso y comercial.

Una muestra clara de esos siglos de esplendor son los monumentales edificios que han sobrevivido al paso del tiempo y que hoy en día podemos contemplar dando un paseo por las ruinas de la ciudad.

 

Principales construcciones de Chichén Itzá

Para que te hagas una idea del nivel constructivo que tenían los mayas, aquí tienes algún ejemplo de los imponentes edificios que te puedes encontrar en Chichén Itzá.

El Caracol

El primero, es conocido como El Caracol. El nombre es un poco extraño y por supuesto no servía para criar esos simpáticos moluscos gasterópodos que recorren el mundo con pocas prisas. Lo de caracol es porque en su interior hay una escalera cuya forma en espiral recuerda a la concha de estos animalitos.

Que el nombre no te despiste: ¡este edificio era un observatorio astronómico! ¿Acaso pensabas que los mayas sólo se dedicaban a la pesca, a cultivar la tierra y a comerciar con algunos productos como el cacao o la miel? Nada más lejos de la realidad. Eran unos auténticos expertos en matemáticas y astronomía, como verás más adelante.

Desde este lugar, estudiaban todos los cambios que ocurrían en el cosmos y sacaban conclusiones  muy avanzadas teniendo en cuenta la época y los medios tan rudimentarios de que disponían.

El Templo de los Guerreros

Otra espectacular construcción es el Templo de los Guerreros, situado sobre una gran base formada por cuatro cuerpos escalonados. Estaba rodeado de grandes salas y patios de los que sólo se conservan las columnas, y decorado con esculturas y relieves que representan guerreros, animales, dioses…

El Templo de los Guerreros 2

 

La pirámide de Kukulkán

Pirámide Maya Kukulkan 2

La construcción más famosa a nivel mundial de la ciudad maya de Chichén Itzá, es la pirámide de Kukulkán.

Serpiente emplumada

Se levantó en el siglo XII d. C. y está dedicada al dios del viento Kukulkán, que tenía forma de serpiente emplumada. Es prácticamente el mismo dios que veneraban los aztecas, aunque ellos le llamaban Quetzacóaltl.

 

Curiosidades de la pirámide de Kukulkán

Los mayas eran unos fanáticos observadores del cielo. Estudiaron a fondo los movimientos del sol y la luna, los eclipses, la diferente duración del día y la noche según la época del año… Se dieron cuenta de que muchos fenómenos se repetían cada cierto tiempo y crearon diversos calendarios, entre ellos, el calendario solar.

Calendarios mayas

Para los mayas estos conocimientos eran importantísimos porque su mayor medio de vida era la agricultura. Al descubrir, por ejemplo, que el año tenía diferentes estaciones, aprendieron cuál era la mejor época para sembrar o cuándo se acercaba la época de lluvias.

En la pirámide de Kukulkán quisieron demostrar lo mucho que sabían sobre astronomía y matemáticas, representando un calendario gigante.

Como ves, se trata de una pirámide escalonada de base cuadrada que tiene un templo en la cima. Para llegar hasta él, hay que subir por una de las cuatro escalinatas que hay en cada cara.

Piramide caras

Cada escalinata tiene 91 peldaños, y como son cuatro, suman un total de 364. Si contamos también el último, que sería la base donde está el templo, el resultado es 365 peldaños.

¿El número te suena de algo? ¡Claro, son los días que tiene un año! Aunque con algunas diferencias, como que ellos dividían el año en 18 meses y no en 12, su calendario era muy similar al que utilizamos en el siglo XXI en casi todo el mundo.

 

¿Qué serpiente recorre cada año la pirámide de Kukulkán?

¡Ahora viene lo más increíble! En la pirámide de Kukulkán nada se hizo al azar. Está construida  y orientada de tal manera, que cada año ocurre sobre ella un fenómeno único que atrae a turistas de todo el mundo.

Como posiblemente sabes,  dos veces al año se producen lo que conocemos como equinoccios: en el hemisferio norte, en torno al 21 de marzo, el equinoccio de primavera, y sobre el 22 de septiembre, el equinoccio de otoño (en el hemisferio sur también los mismos días, claro, pero con las estaciones invertidas).

Estas fechas, por tanto, marcan el comienzo de esas dos estaciones: primavera y otoño. Durante los equinoccios, el día y la noche tienen exactamente la misma duración porque es cuando el sol pasa justo por encima del ecuador terrestre.

Plano ecuatorial

Que los mayas se dieron cuenta de este hecho está clarísimo y quisieron reflejarlo en la pirámide de Kukulkán creando un efecto óptico impresionante.

¿Qué se les ocurrió? Pues construirla de tal manera que, solamente durante los equinoccios, la luz del sol se proyectase sobre un punto concreto de la pirámide.

Kukulkan

El lugar exacto es esta escalinata, en donde aparecen representadas unas cabezas de serpiente en honor al dios Kukulkán, que como has aprendido, tenía forma de serpiente emplumada.

Cabezas de serpiente en la pirámide de Kukulkán

Ahora, fíjate bien en esta fotografía a ver si ves algo que te llame la atención:

Pirámide

¡Seguro que sí, porque es realmente grande!

Al llegar el atardecer, se produce un juego de luces y sombras que dan como resultado una ilusión visual muy curiosa: la de una serpiente que se desliza desde la cima de la pirámide y va reptando hasta unir su cuerpo con la cabeza de piedra que hay en la base.

Si uno observa atentamente la escena, a medida que el sol se desplaza y cambia la luz, percibe cómo la serpiente se va formando y moviendo de forma ondulante, tal y como lo haría una serpiente de verdad. Pasadas unas horas, el enorme reptil se esfuma y no vuelve a aparecer hasta justo seis meses después, durante el siguiente equinoccio.

¿No te parece fascinante?

 

¿Te apetece ver el descenso de la serpiente?

Sí, lo sé… Este tema ha despertado tu curiosidad y ahora mismo te encantaría coger un avión y poner rumbo a Chichén Itzá. Como imagino que lo tienes difícil, te propongo que disfrutes de un par de vídeos  que reflejan ese momento mágico.

En el primero, que dura unos segundos, verás una recreación en 3D y a alta velocidad del fenómeno. En el otro, podrás admirarlo con tus propios ojos y te darás cuenta de la expectación que crea entre los asistentes.

¡Espero que te gusten!

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